Interés General - cuádruple crímen

Lunes 25 de Mayo de 2020 - 20:43 hs

Barreda: El odio de un femicida y cuatro mujeres muertas

Los femicidios perpetrados el 15 de noviembre de 1992 por el odontólogo platense se han convertido en uno de los casos más resonantes de la historia policial argentina.

Actualizado: Lunes 25 de Mayo de 2020 - 20:48 hs

El 15 de noviembre de 1992, en su casona de calle 48 entre 11 y 12 de La Plata, Ricardo BarredaBarreda (85) mató a escopetazos a su esposa Gladys Margarita Mac Donald (57), su suegra Elena Arreche (86) y sus hijas Celina (26) y Adriana (24).

El odontólogo primero negó la acusación del cuádruple crimen e intentó hacer pasar el hecho como un robo a su casa, pero finalmente confesó; y en 1995 fue condenado a reclusión perpetua por triple homicidio calificado y un homicidio simple.

Según contó él mismo en el juicio, los homicidios fueron una reacción suya a los maltratos y humillaciones que recibía de todas ellas.

"Lo siento por mi hija más chica, que fue a la que menos le di y de quien más recibí", declaró en aquel debate oral que terminó con él en la cárcel, donde con los años se dedicó a estudiar Derecho.

Recién en mayo de 2008 Barreda abandonó la Unidad Penal 9 de La Plata al ser beneficiado con un arresto domiciliario y se fue vivir con su nueva pareja, Berta "Pochi" André, quien murió en julio de 2015 como consecuencia del deterioro de su salud a raíz de graves problemas neurológicos.



En diciembre de ese mismo año, y luego de varias idas y vueltas judiciales, Barreda recibió la libertad condicional, mientras que en mayo de 2016 se declaró "extinguida la pena impuesta" y se hicieron "cesar las accesorias legales impuestas".

A partir de esta resolución, Barreda quedó en plena libertad y ya no tuvo que ser controlado por la Justicia.

Poco después de haber quedado absolutamente libre, Barreda se presentó solo en un hospital de la localidad de General Pacheco con una identidad falsa y visiblemente desmejorado, donde permaneció internado durante 457 días.

En ese momento, los médicos informaron que el odontólogo padecía "un cuadro de salud mental"; posteriormente, Barreda tuvo problemas con algunas enfermeras que denunciaron que las maltrataba.

Al salir del hospital en julio de 2017, el odontólogo fue enviado a una pensión de General Pacheco.

Por último, en septiembre pasado, Barreda volvió, sólo por unas horas, a la casona donde cometió la masacre pero para acompañar a un equipo periodístico que pretendía realizar una reconstrucción de los hechos.

Fuente: Télam