El tribunal de Segunda Instancia confirmó la sentencia a 24 años de prisión impuesta a Manuel Alcides Díaz, el empleado judicial de 56 años que abusó sexualmente de su propia hija menor de edad en Vera. La resolución del fallo se conoció este jueves.
Díez está acusado de haber abusado sexualmente de su hija desde sus nueve hasta sus 15 años, y de volver a hacerlo cuando recuperó la libertad, tras la nefasta decisión de un juez de Investigación Preparatoria.
Este jueves, el fallo de los camaristas José Antonio Mántaras, Eduardo Bernacchia y Alejandro Tizón, confirmaron la pena de 24 años que le impuso a Díaz -en junio de 2019- otro tribunal de Segunda Instancia integrado por los camaristas Bruno Netri, Sebastián Creuz y Fernando Gentile Bersano.
Primer fallo: polémica y apelación
El 12 de abril del 2018, un polémico fallo condenó a Díaz a 15 años de prisión en Primera Instancia. La resolución del juez causó indignación en la fiscalía y en la madre de la joven quien manifestó su disconformidad al momento de oír la sentencia.
Aumento de la pena
Por tanto, tras la apelación de la Fiscalía, el 7 de marzo del 2019 la Cámara de Apelaciones en lo Penal elevó la condena. “Los camaristas revocaron parcialmente el fallo del juicio de primera instancia –dictado el 12 de abril de 2018– y resolvieron incrementar la pena a 24 años de prisión”, explicó el fiscal Leandro Benegas.
En su momento, el presidente de la Cámara de Apelaciones, Bruno Netri, precisó que, en la revisión de la condena, “se valoró la pluralidad de los hechos delictivos, la circunstancia de la víctima -que siempre fue la misma persona- y el agravante de vínculo” ya que, si bien se había corroborado que la joven no era hija biológica de Díaz, el hombre “ejercía una figura paterna”
En tanto, sobre el segundo fallo en Segunda Instancia que confirmó la condena de Díaz, el fiscal del MPA hizo hincapié en las pericias realizadas en el Instituto Médico Legal (IML) de Rosario. “Se analizaron las prendas secuestradas y si bien no se encontraron restos genéticos de Díaz en las prendas íntimas de la víctima, sí fue hallado ADN en otra ropa de la menor”, valoró el fiscal. En tal sentido, puntualizó que “los jueces calificaron de ‘irrefutable’ este hallazgo de perfil genético”.
Doble acusación: los abusos
A Díaz la Fiscalía le realizó dos acusaciones que fueron acumuladas a los fines del juicio oral y público. “Después de un largo recorrido en el que la Defensa hizo alrededor de 15 planteos recursivos que demoraron el proceso, llegamos al juicio con estas dos acusaciones que se acumularon”, detalló Benegas.
Una de ellas se inició a partir de la denuncia realizada por la madre de la víctima en 2015, por delitos contra la integridad sexual en perjuicio de su hija cometidos durante seis años. En esta investigación, el fiscal acusó a MAD como autor del delito de abuso sexual con acceso carnal agravado (por haber producido un grave daño en la salud física y mental de la víctima; y por el vínculo, ya que el autor era el encargado único de la guarda y educación de la menor y tenía la tenencia judicial exclusiva de la niña) en concurso real con la autoría de desobediencia judicial.
La segunda investigación, en tanto, se inició a partir de ilícitos cometidos en la vía pública en junio de 2015, luego de que el acusado recuperara su libertad tras haber estado en prisión preventiva. A raíz deestos hechos, el fiscal le atribuyó la autoría del delito de abuso sexual gravemente ultrajante (por la circunstancia de su realización), reiterado y agravado (por el vínculo y por ser el autor el encargado único de la guarda y cuidado de la menor, y aprovechándose de su situación de convivencia), en concurso real con la autoría del delito de corrupción de menores agravada (por el vínculo)