El período de cuarentena en la ciudad parece no afectar a los delincuentes y uno de los barrios más asolados por los hechos de inseguridad es María Selva, cuyos vecinos sufrieron varios intentos de entradera en el último tiempo.
Sin ir más lejos, un vecino de Gorostiaga al 2100 tuvo que atravesar esta desagradable situación dos veces en dos días. La primera fue durante la madrugada del domingo: alrededor de las 4 sintió ruidos extraños en la puerta de ingreso a su casa y, cuando se asomó, vio que los delincuentes salían corriendo. Le habían arrancado parte de la cerradura con una barreta.
Hoy le pasó lo mismo, pero en el portón del garage. Al salir a la vereda durante las primeras horas de la mañana, vio que le barretearon la abertura, arrancaron la cerradura, pero no pudieron entrar porque había puesto su auto contra el portón para frenar posibles ingresos.
"En esta cuadra hubo cinco casos en un mes", contó el vecino en diálogo con el móvil de LT10.