Ayer por la tarde, dos colectivos de larga distancia de la empresa “El Norteño” que volvían de Brasil frenaron y bajaron a sus pasajeros en Avenida Alem sin llegar a la terminal de ómnibus de la ciudad.
César, tiene 27 años, iba en ese colectivo, y le contó a LT10 cómo fue ese regreso. “Nosotros mismos fuimos los que llamamos al 0800 cuando la empresa nos dijo que no nos iban a llevar hasta la terminal, sino que nos iban a bajar en Além” comenzó explicando.
“Bajamos del colectivo, y nos esperaba una ambulancia del Cobem. Sólo nos preguntaron si teníamos algún tipo de síntomas, y les dijimos que nos parecía mal que sólo confiaran en la palabra de la gente” acotó César.
Previamente, la coordinadora del viaje les había solicitado los datos personales de quienes bajaban en Santa Fe como le habían recomendado desde el 0800, información que había que entregar al personal médico al descender del colectivo.
En cuanto al viaje, César contó que “volviendo de Brasil veníamos preocupados por todo lo que se venía dando, pensamos que iba a haber algún tipo de control en la frontera, pero sólo nos hicieron firmar una declaración jurada diciendo que no teníamos ningún tipo de síntoma”. A la par de los dos colectivos involucrados en Santa Fe, otros 40 micros habrían cruzado a la vez por la misma frontera.
“Veníamos en el colectivo sin barbijos y tapándonos con las camperas, fue un viaje de 30 horas en el que no sabíamos si nos podíamos contagiar. Tratamos de tener todos los cuidados que teníamos a nuestro alcance. Llegamos ayer y ya estamos en cuarentena” concluyó César.
En cuanto al chofer del micro, la justicia santafesina lo imputó a él y a la empresa de transporte según diceta el artículo 205 del Código Penal, por violar medidas para impedir la propagación de la pandemia; y el artículo 239, por desobediencia a mandatos de la autoridad.