Este fin de semana, un nutrido grupo de vecinos se movilizó hasta la Municipalidad de Santo Tomé para exigir una solución al problema de la turbiedad del agua en ciertos barrios, que viene generando controversias entre distintos actores sociales y políticos en el último tiempo.
En ese marco, el concejal justicialista Rodrigo Alvizo manifestó hoy su preocupación por LT10 y remató: "Nos enseñaron en la escuela que el agua debe ser incolora, inodora e insípida pero en Santo Tomé no cumple con ninguna de estas tres condiciones”.
Horas después, la intendenta Daniela Qüesta hizo su descargo por De Diez, al calificar esas declaraciones del edil como "muy demagógicas y hasta infantiles".
"Que el juego de la política no genere más pánico del que tiene que generar", agregó, y acusó a la oposición de intentar "generalizar la situación", cuando la misma, según la mandataria, es "puntual" de algunos sectores.
"Yo no me enojo con el vecino, me enojo con el que quiere hacer politiquería barata sobre situaciones serias, como es el consumo de agua. Acá hay un tema puntual, que es real, que nos preocupa y que estamos tomando medidas, pero se está intentando llevar un menaje de que el agua en Santo Tomé es un desastre y que no es potable en la ciudad entera y no es así", insistió.
Explicaciones y gestiones
Qüesta explicó que Santo Tomé tiene un problema "histórico" en cuanto a la composición del agua, "con alto contenido de hierro y manganeso", por lo cual se le debe poner cloro. Y eso, aseguró, "es lo que genera el color marrón". No obstante, aclaró, "el color marrón en sí mismo no es sinónimo de que el agua no sea potable", aunque admitió: "lo que está claro es que ningún vecino tomaría agua así".
Por otra parte, detalló que "hay tres tanques en la ciudad que todavía no han sido conectados al acueducto (Desvío Arijón): Villa Libertad, Loyola y Adelina Centro". La solución definitiva pasa por lograr esa conexión.
Al respecto, comentó que el ministro de Infraestructura de Miguel Lifschitz, José Garibay, se comprometió a dejar la gestión con las correspondientes licitaciones efectuadas, pero el expediente quedó paralizado durante la transición con Omar Perotti. Por ello, funcionarios santotomesinos pidieron audiencia con el actual gobernador, ante lo cual fueron atendidos días atrás por el secretario de Municipios y Comunas, José Luis Freyre.
Qüesta garantizó que en esa reunión, marcó como "prioridad y urgencia" la conexión de todos los tanques al sistema del acueducto, poniendo en primer lugar el de Loyola.
Se trata, dijo, de obras que requieren una inversión de 60 millones de pesos, un monto que el gobierno local no puede afrontar.
De todas formas, la intendenta insistió: "no minimizamos lo que significa, pero Loyola es el 1,8% del total de la red de agua corriente", y cerró: "todo lo que está a nuestro alcance lo estamos haciendo y lo vamos a hacer".