Mariana Olivera (42), dice su familia, era muy activa hasta el 16 de diciembre de 2018, cuando fue embestida por una Ford Ranger que manejaba Raúl Muchiutti (56), mientras ella se trasladaba en su bicicleta por la costanera santafesina. Tras el siniestro, el hombre esperó la llegada de la ambulancia y luego se dio a la fuga, para recién varias horas después presentarse en la comisaría. Ese día, la vida de Mariana cambió definitivamente.
Este jueves se realizó un juicio abreviado por el caso. Muchiutti, acusado de lesiones graves culposas agravadas, acordó una sentencia de dos años de prisión en suspenso y 4 años de inhabilitación para conducir. Mientras tanto, la víctima "está con rehabilitación todos los días", todavía sin resultados, "después de una gran operación de columna, con clavos que le colocaron".
Así lo cuenta, en diálogo con Fabián al Mediodía, Marina, su madre. "Mariana está yendo a psicólogo, a kinesiología, al terapista, todos los días. Esto ha cambiado la vida de ella y de toda la familia", lamenta la mujer.
"Hay días que se encuentra con bajones, hay que levantarla y ser fuerte para todo esto. Ella es mamá de una nena por la que tiene que luchar y poner todas sus fuerzas", añade.