"Este loco nos arrebató la vida de él", dice una mujer al móvil de Litus y LT10. Se refiere a Francisco Sueldo, el chico de 11 años que murió en Cassanello al 2200, tras ser atropellado.Y se refiere también al imputado por ello, un kinesiólogo de 37 años.
La mujer es una de cientas de personas que acudieron a la puerta de Tribunales para exigir justicia y esperar la audiencia de medidas cautelares contra el acusado, que resultó con la decisiòn de prisión preventiva en su contra.
El último lunes
Francisco pasó la tarde con un amigo. Sus padres fueron a buscarlo después de las 20 de este lunes 13 de mayo para volver a su casa y mientras circulaban por Ángel Cassanello al 2200 un Toyota Etios conducido por un kinesiólogo de 37 años los impactó desde atrás a alta velocidad.
El niño quedó atrapado entre los asientos y hierros del automóvil. Debido a los golpes internos y fracturas provocadas por el choque durante, murió en la madrugada del martes.
Tenía 11 años y cursaba sexto grado en la escuela Juan Marco. El acusado de su muerte se dio a la fuga tras impactar contra el auto donde el chico iba con sus padres. Luego del choque, dejó su vehículo en el lugar, abandonó a los heridos que había provocado y se fue caminando a su casa, donde fue encontrado y detenido por la policía.
Este miércoles, fue imputado por el delito de homicidio simple con dolo eventual, y como medida alternativa, homicidio culposo. Durante la audiencia imputativa, tuvo palabras que indignaron a propios y ajenos: "Soy Dios. Jesús reencarnó en mí".
Tras ello, quedará en prisión preventiva hasta el juicio, tal como se resolvió en la audiencia efectuada en la tarde de este viernes.