Parece que la actitud de José Sánchez no sólo es loable en este país, porque apenas empezó a trascender la historia que lo tuvo como protagonista, lo llamaron desde todas partes del mundo. Este changarín nunca imaginó la repercusión que tendrían sus acciones.
Hasta desde Estados Unidos se comunicaron con este hombre de 40 años que nació en la localidad de Maciá y hace 14 años que vive en Nogoyá y que, por casualidad, encontró un maletín con medio millón de dólares, se lo devolvió a su dueño y no aceptó ningún tipo de recompensa.
El sábado, el entrerriano que, por la mañana hace trabajos de pintura y por la tarde se dedica a la panadería para subsistir y mantener a su familia, fue hasta un negocio y antes de entrar notó que un hombre discutía por teléfono en la calle.
Al salir del comercio, vio que este hombre se subía a su camioneta y partía raudamente, dejando en la vereda un maletín. A pesar de que José le hizo señas para avisarle que se había olvidado el portafolios, esta persona no se dio cuenta y siguió su camino.
Con el maletín en su poder, José se metió en un terreno baldío cercano y lo abrió. Para su inmensa sorpresa se encontró con medio millón de dólares. "No conocía el billete de 100 dólares, agarré uno para mirarlo bien y ver cómo era", relató el changarín a través de El Cuarto Poder.
Entre lágrimas y un ataque de nervios, su primera reacción fue hablar con Dios. "Sacudí la cabeza y le pregunté por qué me recompensaba con tanto dinero", dijo. "No me lo merezco, no te lo voy a aceptar. Con que vos me des salud y trabajo como me venís dando, yo ya estoy conforme", contó sobre esa conversación mirando al cielo.
Un poco más recuperado, José llamó a la policía, pero como le daba ocupado se le ocurrió a llevarlo a la radio que suele escuchar. No fue necesario porque, al salir del baldío, se encontró nuevamente con el empresario que volvía desesperado al lugar donde había perdido el dinero y sin dudar le entregó la maleta. "Hice lo correcto y me fui, pero no tan tranquilo, porque ver tanta plata de golpe fue un shock", sostuvo.
Muy agradecido, el empresario rosarino quiso recompensarlo pero no hubo caso: le ofreció una casa y hasta un millón de pesos, pero la negativa del changarín fue rotunda. Lo único que José le pidió a este hombre es que le cumpliera un sueño: tener un trabajo en blanco para que tanto su mujer, como sus dos hijas de 4 y 6 años puedan contar con una obra social. Así fue como el empresario agradecido le prometió que lo va a llevar a trabajar con él.
"La verdad y la honestidad, son lo que te lleva lejos. Esto viene de abajo. Es lo que nuestros padres nos enseñaron de chicos. Y así somos también con nuestras hijas: les enseñamos que siempre que encuentren algo ajeno, lo devuelvan", concluyó José.