En el centro de Salud de Nueva Pompeya están atendiendo a puerta cerrada desde el martes. La medida se tomó porque un hombre que primero se hizo atender como paciente regresó a robarle el celular a una médica a punta de pistola.
Anoche, los delincuentes ingresaron al comedor del barrio, destrozaron el lugar y robaron elementos. Al lugar concurren más de 50 niños y niñas para almorzar y tomar la leche.
Susana Medrano, presidenta de la Asociación que lleva adelante el comerdor, contó que esta mañana los vecinos le contaron que las puertas estaban abiertas y dieron aviso a la policía.
"Destruyeron el portón de ingreso y los baños de manera completa. Se llevaron los sanitarios, y rompieron lo que quedaba", describió en Al Derecho y Al Revés.
La Asociación cuenta además con un salón que se utiliza para el comedor y el dictado de talleres, pero ese sector está monitoreado por cámaras. "Hay otro área que sirve de recreación y de juegos, y es ahí donde pudieron entrar los delincuentes", indicó Susana.
Consultada sobre si alguien pudo haber alertado en el momento del robo, la dirigente social dijo que en el barrio es "muy difícil que alguien hable".
"Acá no se puede hablar. El que pasa el dato o dice 'están robando acá' después tiene muchos problemas. No es que no quieren, pero acá no se puede ser solidario. Los ladrones se manejan con armas, es algo usual, no es raro, y todos tienen miedo", completó.
Necesitan que alguien colabore con los arreglos de las puertas, o dinero para volver a comprar los elementos. El que pueda aportar la mano de obra o llevar algunos de los materiales, comunicarse con LT10 de lunes a viernes, de 17 a 19 horas, a los teléfonos 4520187-88-89.