Todo comenzó alrededor de las 4:00 del sábado cuando una mujer llegó a la guardia del Hospital J.M. Cullen alegando que había tenido un parto domiciliario en el que había fallecido su bebé. La joven llegó al nosocomio acompañada por un familiar, y traía el cuerpo del recién nacido en una caja, y en otra caja llevaba la placenta.
Luego de ser recibida en la guardia, fue trasladada al servicio de Ginecología y Ostetricia ya que se constató que se trataba de una mujer en estado de posparto inmediato. Durante el interrogatorio, la madre dijo que había tenido un parto en el baño de una casaquinta en Desvío Arijón, y que el bebé había sufrido golpes al caerse mientras ella daba a luz.
A primera hora de la mañana, el director del hospital, Juan Pablo Poletti, tomó conocimiento del hecho y, tras una reunión con los médicos que habían atendido a la chica y a la bebé, se decidió realizar la denuncia en la Seccional 4ta por no tener certezas sobre las circunstancias del hecho.
El comunicación con el móvil de LT10, Poletti indicó que "cuando la neonatóloga a la que se la llama para constatar si el bebé era reanimable o no, se constata la muerte. Nosotros no hacemos ninguna injerencia sobre si tenía lesiones o no, porque a partir de la muerte tiene que actuar la Justicia".
Según las primeras pericias, se habrían constatado dos fracturas y múltiples contusiones en el cuerpo del bebé de 3 kilos que nació producto de un embarazo a término de 36 semanas. Ahora el caso queda en manos del fiscal Marcelo Nessier que dispuso una serie de medidas para esclarecer este hecho.
En tanto, en horas de la tarde se conoció que la mujer de 27 años quedó detenida. Interviene en la causa el fiscal de Coronda, Marcelo Nessier.