Los inconvenientes al estacionar son moneda corriente en cualquier ciudad. Si tenés carga en la tarjeta de estacionamiento medido o si hay lugar. A esto hay que sumarle la manera, muchas veces imperiosa, en que los cuidacoches se acercan a pedir dinero para controlar el auto.
Esto cuenta Rubén, chofer de un medio periodístico, que quiso estacionar en inmedicaciones de la cancha de Unión este domingo cuando se disputaba el partido contra Talleres.
"Se acerca y me pide 100 pesos por adelantado. Me dijo que era lo que estaban cobrando en esa zona. Yo zapateé y le dije que no. En ese momento empezaron los problemas", relata Rubén, y agrega que "llamé a los policías que estaban en la zona quienes le dijero que él no podía poner el precio, que tenía que recibir lo que la gente le podía dar. Cómo seguía discutiendo los agentes le dijeron que iban a llamar al 911 entonces se fue".
Hasta ahí parecía que la situación estaba salvada. Sin embargo, cuando Rubén salió de la cancha subió al auto y "al tocar el pedal sentí que se iba hasta el fondo".
"Ahí me di cuanta que me habían hecho un saño vital porque si pinchan la manguera cuando apretás es una regadera de líquido lo que sale", contó. "Fui a buscar a unos policías que estában en Av. Freyre, los puse al tanto de lo que había pasado con el trapito, y cuando íbamos hacia el auto lo vimos".
La policía comenzó a actuar, incluso intervino en una discusión que tuvo uno de los camarógrafos con el cuidacoches y cuando revisaron las pertenencias del trapito le encontraron un cuchillo tipo Tramontina, alicates y cintas.
Ante esta situación realizaron la denuncia contra el cuidacoches quien quedó detenido por considerar que tuvo "una actitud criminal".
Hace poco más de un mes, se anunció que se realizarían operativos conjuntos entre la Municipalidad, la Policía de la Provincia y efectivos federales para evitar que los trapitos desarrollen sus actividades en zonas de estacionamiento medido.