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El gobernador Hermes Binner participó este jueves del acto encabezado por la presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, en el que se puso en funcionamiento el Gasoducto de Integración “Juana Azurduy” (Gija), que se extiende por 47 kilómetros entre las localidades bolivianas de Campo Margarita, en Tarija (Bolivia), y Madrejones, en la provincia de Salta.

En la oportunidad, también estuvo presente el presidente de la República de Bolivia, Evo Morales, junto a funcionarios nacionales y de otras provincias argentinas.

“Con esta obra (y a través del Gasoducto del Noreste Argentino, GNEA) se beneficiarán unas 800 mil personas en la provincia de Santa Fe, sobre todo en el norte, que no es un norte pobre, sino que está empobrecido por la falta de insumos y elementos para tener igualdad de oportunidades a la hora de llevar adelante un proceso industrial, cerca del lugar de origen de los productos primarios”, explicó Binner.

El gobernador agregó que “contar con gas es una de las fortalezas para esta región”, y aseguró que “el norte está en condiciones de recuperarse en tanto tenga más energía eléctrica, más agua y gas”.

“Hasta ahora la fuente de combustión más importante en esa región de la provincia es la leña y nosotros tenemos una ley de protección de bosques que hay que respetar, por lo tanto debemos que utilizar otro medio y el gas va a reemplazar este producto primario”, sostuvo.

La presidenta, mediante una teleconferencia, dio la orden de poner en funcionamiento el gasoducto a autoridades y operarios en la localidad de Yacuiba, en Bolivia, de donde proviene el gas con el que se proveerá la Argentina.

Esto forma parte del acuerdo de compraventa entre ambos países por el cual hasta 2020 deben llegar a la Argentina 27,7 millones de metros cúbicos al día (MMmcd) de gas boliviano, para lo cual se debe construir el GNEA (está previsto que las obras se inicien en octubre).

Por el GIJA fluirá un máximo de 7,7 MMmcd de gas en 2011, en 2012 el volumen se elevará a 11,6 y, en 2013, llegará hasta 13 MMmcd. Así, progresivamente se cumplirá hasta llegar a la meta final.

El tendido del gasoducto Juana Azurduy se inició el año pasado, tiene en la parte boliviana 15 kilómetros de largo y 32 pulgadas de diámetro y se extiende desde Campo Margarita, en el departamento sureño de Tarija (ciudad de Yacuiba), hasta Madrejones, en la zona fronteriza con la Argentina.

En tanto, en la Argentina recorre 32 kilómetros hasta Campo Durán (Salta) y se unirá al Gasoducto del Noreste Argentino (GNEA), que atravesará la provincia de Santa Fe. El Gija beneficiará a 163 localidades de las provincias de Formosa, Chaco, Misiones y Corrientes.

La nueva tubería inicialmente podrá transportar unos 7,7 millones de metros cúbicos diarios de gas y en los próximos años se conectará con el del Noreste Argentino, con la posibilidad de enviar hasta 27,7 millones.

A principios de febrero último, Binner asistió en la Casa Rosada a la apertura de sobres de la licitación de tres tramos del Gnea, que en total llevará gas natural a 3.408.000 habitantes de 165 localidades de esa región del país.

En Santa Fe, la obra, que ingresa a la provincia a través de la ruta nacional Nº 11, asegurará la provisión doméstica de energía y aumentará la confiabilidad del sistema en su conjunto.

Según se explicó en esa oportunidad, la obra se construirá en dos etapas, con una estructura de financiamiento y licitación por tramos.

La primera licitación comprende 817 kilómetros de tendido de 24 pulgadas entre: el tramo del gasoducto Juana Azurduy hasta el límite de Salta con Formosa; el tramo desde el límite entre Salta y Formosa, hasta la proximidad de la localidad de Ibarreña, en territorio formoseño; y el tramo Vera-Desvío Arijón, en Santa Fe.

Estos tres primeros tramos licitados abastecerán a 22 poblaciones en total de Salta (una localidad, 2.000 habitantes), Formosa (ocho localidades, 52.000 habitantes), y Santa Fe (13 localidades, 176.000 habitantes), y beneficiarán a 230.000 personas.