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Decenas de testigos le hicieron revivir en menos de un mes el hecho más doloroso de su vida: el asesinato de su hija Solange , ocurrido el 10 de enero de 2007. A poco de que se defina el juicio por el crimen, Patricia Lamblot está segura de que presentaron "elementos suficientes para demostrar que Lucila es culpable". Sin embargo, todavía tiene algunas dudas de cómo se sucedieron los hechos que terminaron con la vida de su hija.

"Me cuesta creer que Lucila [Frend] haya sido capaz de semejante barbaridad sola", dijo Patricia en diálogo con lanacion.com . "Por eso sospecho que alguien tiene que haberla ayudado, pero no tengo dudas de que ella estaba en el PH en el momento del crimen".

Patricia admite que no hay pruebas para pensar en la participación de otra persona, pero insiste en que "alguien, además de Lucila, tiene que haber visto lo que pasó".

La hora. Una de las discusiones principales durante el debate fue en torno a la hora de la muerte de Solange, hecho que permitiría saber si Lucila estuvo o no en el PH en ese momento.

Frend siempre afirmó que aquel 10 de enero salió de su casa a las 7.30 rumbo a su trabajo, cuando su amiga aún dormía.

Sin embargo, el médico forense de la policía bonaerense que revisó el cadáver en la escena del crimen declaró que, de acuerdo con la rigidez del cuerpo y las manchas de acumulación de sangre en el cadáver, Solange fue asesinada entre la 1 y las 7 de la mañana, horario en que Lucila aún estaba en la casa.

En el juicio, distintos peritos dieron horarios alternativos, algunos beneficiando y otros perjudicando a Frend.

Sobre este tema, Lamblot reconoce "que hay diferencia entre los informes de los distintos peritos y que es un rango de horario amplio". Pero Patricia insiste: "Hay muchos otros elementos que demuestran que a Sol la mataron a la madrugada mientras Lucila estaba en la casa", insiste Patricia.

También recayeron sospechas acerca de un obrero que le mandaba mensajes de texto a la víctima. Sobre esto, Patricia asegura que "todo eso se investigó y no se probó" que haya estado involucrado en el crimen. "Fue una maniobra de la defensa de Lucila para sacarse de encima al fiscal", sostiene.