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Viernes 08 de Julio de 2011 - 17:47 hs

6 de cada 10 argentinos prefieren poder adquirir medicamentos de venta libre no sólo en las farmacias

Según una encuesta realizada por la división Healthcare de TNS Gallup, para lo entrevistados al aumentar la cantidad de bocas de expendio mejora el acceso a productos que se utilizan para problemas de salud leves.

Según un sondeo llevado a cabo con más de 1000 personas de todo el país, 6 de cada 10 argentinos manifestaron que les resulta más conveniente comprar medicamentos de venta libre en otros comercios diferentes a las farmacias. Paralelamente, el 28 por ciento (casi 3 de cada 10) manifestó que enfrentó entre ‘mucha’ y ‘bastante’ dificultad para dar con una farmacia cuando necesitó un medicamento en forma inmediata.

La investigación fue realizada durante marzo de 2011 a nivel nacional sobre la base de 1010 entrevistas personales domiciliarias a mayores de 18 años de edad y estuvo a cargo de la división Healthcare de TNS Gallup a pedido de la Cámara Argentina de Productores de Especialidades Medicinales de Venta Libre (CAPEMVeL).

Cuando hablamos de medicamentos de venta libre, nos referimos a productos conocidos, de uso seguro, para los cuales no se requiere de prescripción médica, como dolores de cabeza, acidez, tos, cuestiones digestivas menores, resfríos, etc. 6 de cada 10 encuestados manifestaron haber comprado medicamentos de venta libre en otros comercios durante el último año, y de ellos, la mitad encontró alguna vez cerrada la farmacia. Quienes más compraron fuera de la farmacia fueron los habitantes del Gran Buenos Aires y el interior del país, así como los menores de 65 años de edad.

Ante el supuesto de que necesitaran durante la noche adquirir un medicamento de venta libre como un analgésico simple o un antiácido, el 58 por ciento de los argentinos adultos, reconoció que ‘Sería más conveniente adquirirlo en un comercio cercano’, mientras que el 37 por ciento consideró la búsqueda de una farmacia como una mejor opción.

La doctora Jimena Worcel, asesora médica de CAPEMVeL, señaló que “los medicamentos de venta libre, así aprobados por el Estado, se pueden comprar sin necesidad de ir a un médico que los recete; la gente reconoce lo que le pasa, y los usa con tranquilidad, son antiguos, su uso es seguro, y si se tiene alguna duda siempre es posible consultar sobre su indicación al médico”.

Ante fiebre, dolores menores, molestias digestivas, acidez estomacal, tos, piojos, “se deberían poder adquirir, como ocurre en otros países del mundo también en otros comercios, además de en farmacias. Son medicamentos que se necesitan cuando aparece el dolor o la molestia, por eso se los suele llamar sintomáticos; y cobra una gran importancia la accesibilidad, dado que al multiplicarse las bocas de expendio se favorece el acceso de la población a estos productos”, manifestó la especialista.

Los medicamentos de venta libre son aquellos “destinados a aliviar dolencias que no exigen en la práctica de la intervención médica y que además, su uso en la forma, condiciones y dosis previstas, no entraña, por su amplio margen de seguridad, peligros para el consumidor”, según la legislación argentina.

En el año 1990 la OMS (Organización Mundial de la Salud) adoptó como definición la Venta Libre a los “medicamentos cuya entrega y administración no requieren de la autorización de un facultativo. Pueden existir diferentes categorías para estos medicamentos, de acuerdo con la legislación de cada país”.

Según la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT), los medicamentos de venta libre son aquellos que tienen “seguridad en el uso y dosis tóxicas muy alejadas de las terapéuticas; es decir, no generar efectos adversos que desequilibren la balanza de los riesgos por sobre los beneficios. El medicamento debe actuar sobre síntomas o afecciones fácilmente reconocibles por el consumidor, y que por sus características no requieran inicialmente de la consulta médica”.