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 PEKÍN,) - El crecimiento del producto interior bruto (PIB) chino registró una leve desaceleración, a 9,5%, el segundo trimestre, anunció este miércoles el gobierno, en
un contexto marcado por una política de contracción monetaria para luchar contra una inflación alta.

El primer semestre, la segunda economía mundial registró un crecimiento del 9,6% (10,3% en todo el año 2010).

El PIB creció un 9,7% el primer trimestre y un 9,8% el último trimestre de 2010.

El resultado del periodo abril-junio se mantiene por encima de la previsión media de los economistas consultados por la agencia Dow Jones, que vaticinaban un 9,4%.

El crecimiento chino sigue teniendo como motor las inversiones en capital fijo, que aumentaron un 25,6% el primer semestre, mientras que las ventas al por menor, principal indicador del consumo, progresaron un 16,8%.

El incremento de la producción industrial se estancó ligeramente a 14,3% la primera mitad del año. En 2010 fue de un 15,7%.

"La economía está operando un cambio de un crecimiento rápido estimulado por una medidas de reactivación hacia un desarrollo sano sin ayuda gubernamental", estimó el portavoz de la Oficina Nacional de Estadística (ONE), Sheng Laiyun, en un comunicado.

El Gobierno chino ha adoptado desde el pasado otoño una serie de medidas monetarias para frenar una inflación que se aceleró a un 6,4% en junio, su nivel más alto en tres años, con unos precios alimentarios que dieron un brinco superior al 14%.

La salud del sistema financiero es motivo de inquietud ya que los bancos han prestado de forma masiva a las colectividades locales después de la crisis financiera para apoyar la demanda interior mediante el lanzamiento de proyectos de infraestructuras y programas inmobiliarios.