No iba a ser una tarde más la del lunes en Granadero Baigorria. Tres hombres fueron ejecutados a balazos en la localidad de sur santafesino. El hecho ocurrió cuando estas tres personas llegaban a la casa donde vivían y antes de que pudieran bajar del auto fueron sorprendidos con una lluvia de balas. El ataque a las víctimas fue perpetrado por cuatro sicarios que se transportaban en otro vehículo y tras detenerlo a la par del auto en el que estaban las víctimas los acribillaron, en un hecho que, para la justicia, fue planificado y encargado.
Las víctimas son todos hombres, con antecedentes penales y fueron identificadas como Ezequiel David "Parásito" Fernández, de 38 años; su hermano José Horacio "Grasita" Fernández, de 30; y Gerardo "Abuelo" Abregú.
Horas después del hecho empezaron a aparecer los primeros datos de la escena del crimen. Según las pericias los hermanos Fernández y Abregú fueron asesinados cerca de las 16.30 frente a la vivienda que vivían situada en Liniers al 2000 en el barrio Martín Fierro de Granadero Baigorria.
Según relatan testigos, el hecho se produjo en el momento que las víctimas llegaban al lugar a bordo de un Chevrolet Corsa Gris dominio LNP- 804. Luego de estacionar, y sin haber bajado del auto, recibieron una lluvia de balas ocasionada desde otro móvil, un Volkswagen Bora gris. Tras descender y rodear el auto cuatro personas con armas largas, sin mediar palabra, dispararon sobre la humanidad de los hermanos Fernández y Abregú.
Una de las víctimas quedó con su pierna derecha apoyada en el piso y aferrada a un cuchillo de mano. Un testigo contó que "no respondieron los tiros desde el auto, no fue como una guerra, tiraron los de afuera y listo. Los cuerpos estaban muy mal, había mucha sangre y estaban desfigurados".
Sicarios
El fiscal de Homicidios Florentino Malaponte, a cargo del caso, sostuvo, en declaraciones a la prensa, que "todos tenían sus DNI encima, hay al menos veinte vainas y los cuerpos muestran múltiples disparos".
Sobre el móvil, no aventuró hipótesis: "Estamos trabajando con paciencia para recabar los mayores datos posibles. Lo que es claro es que es un crimen por encargo, planificado y que venían siendo vigilados o perseguidos a corta distancia. No nos consta que el crimen esté ligado al narcotráfico, pero esta gente tenía antecedentes y estamos trabajando sobre eso", dijo.
Gente común
Los vecinos del barrio Martín Fierro estaban conmocionados. Pare muchos de los Fernández eran gente "común, que no molestaban" y hacía "unos cuatro meses que se habían mudado a esa casa". Si bien las relaciones delictivas ligan a al menos uno de los Fernández con la banda de Los Monos, los vecinos aseguran que "acá no vendían drogas ni nada. No era un bunker. Esta gente iba y venía, y otro hermano de los chicos, Nahuel, también andaba por acá".
Algunos alcanzaron a ver lo sucedido en plena tarde de ayer. "Un auto se paró en la calle y los que se bajaron tenían armas negras más grandes que una (pistola) 9 milímetros. Tenían como un soporte o algo así pero eran mas cortas que una metralleta. Los tiros parecían cohetes, yo pensé que era un buscapié cuando estaba en la cocina pero cuando salí los vi. No duró mucho, fueron unos segundos. Después se subieron al auto y se fueron rápido", resumió una vecina.
Fuentes policiales agregaron al respecto que los sicarios huyeron por Liniers hacia Sylvestre Begnis, a unas tres cuadras, y de allí se perdieron de vista hacia el lado de autopista. Y agregaron que en el lugar no hay cámaras de videovigilancia.
La relación del hecho con el Pájaro Cantero
Fuentes policiales que surjen desde la investigación afirman que Ezequiel David Fernández, de 38 años, alias Parásito, fue implicada por ser cómplice del líder de Los Monos Ariel Máximo "Guille" Cantero en un secuestro extorsivo planificado desde la cárcel de Coronda en septiembre pasado, por el cual Guille fue procesado por la Justicia Federal. Fernández siempre estuvo prófugo en el caso.
El secuestro en el que fueron implicados los hermanos Fernández (otro de ellos fue Nahuel quien recibió falta de mérito en la causa) se produjo el 9 de septiembre pasado a las 19 en la esquina de Seguí y Espinillo de barrio Triángulo.
Por otro lado y abriendo otra hipótesis, fuentes de la investigación señalaron que el triple crimen tendría relación con el homicidio de Alan Ezequiel Pedraza el viernes pasado en Ibarlucea.