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La huelga que el personal del Senasa inició ayer, y que se extenderá hasta este viernes, en reclamo de un aumento salarial del 30%, paralizó en forma total las exportaciones de granos y carnes de los puertos del Rosario y Buenos Aires y desde hoy afectará el ingreso de hacienda al Mercado de Liniers y el transporte de mercancías por los principales pasos fronterizos del país.

La medida de fuerza, dispuesta por los trabajadores del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) afiliados a ATE y los profesionales del organismo, impide la entrega de los certificados necesarios para el traslado de mercadería y complica seriamente la actividad de los puertos con un costo diario cercano a los u$s 15.000 diarios por buque, según los cálculos de las empresas portuarias.

“Los embarques están todos parados”, informó el presidente del Centro de Exportadores de Cereales (Ciara-CEC), Alberto Rodríguez, mientras el titular de la Cámara de Puertos Privados Comerciales, Alberto Ramírez, consideró que la situación se agravará en los próximos días por la acumulación de buques en las terminales a la espera de ser habilitados para la carga. La situación impacta sobre todo en las exportaciones de soja y maíz, a poco de haber finalizado la cosecha, las de productos derivados como aceites y harinas, y los embarques, aunque menores, de cortes vacunos.

A ese panorama se suma que, desde hoy, el paro también provocará una merma en el ingreso de ganado al Mercado de Liniers y la suspensión de los remates de hacienda. En tanto, desde el gremio de ATE explicaron que las medidas contemplan el establecimiento de guardias mínimas en los pasos fronterizos, situación que desde ayer comenzó a demorar el cruce de camiones por las fronteras, lo que podría agudizarse en los próximos días.


“El paro se hará durante toda la semana y va a generar problemas sobre todo en la operatoria de los puertos y en el transporte de mercaderías hacia los países limítrofes”, explicó a El Cronista Carina Maloberti, secretaria de organización de ATE. Maloberti justificó la extensión de la medida en la “falta de respuesta” de las autoridades del Senasa y del Ministerio de Economía, que conduce Amado Boudou, a una serie de reclamos salariales y de condiciones laborales de los profesionales y trabajadores del organismo. Al respecto, además de insistir con un pedido de aumento salarial de 30%, la dirigente denunció que el 60% de los 6.000 empleados del Senasa son contratados que no gozan de estabilidad laboral y se encuentran en condiciones de fuerte precariedad laboral.