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El presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, exigió hoy "responsabilidad y colaboración" al líder del opositor Partido Popular (PP), Mariano Rajoy, quien aseguró que España cuenta con un gobierno "provisional y desacreditado" que difícilmente generará confianza, en plena crisis de la deuda.

En el marco de una nueva sesión de control al gobierno en la Cámara baja, Zapatero y Rajoy volvieron a enfrentarse y no mostraron unidad ante la delicada situación que vive el país, cuya deuda está siendo otra vez foco de los ataques especulativos del mercado que amenazan provocar un contagio de la crisis griega.

El líder del PP sembró dudas sobre las previsiones del gobierno al asegurar que algunos datos económicos prueban la "ralentización" en el incipiente crecimiento español y pidió que el gobierno haga "los deberes en casa" antes de hacer recomendaciones.

"Con un gobierno provisional y desacreditado, y con un presidente en funciones, difícilmente se puede generar confianza", dijo Rajoy.

Zapatero le respondió que sigue ejerciendo como presidente con todas sus funciones y le exigió "respeto institucional a los tiempos y las formas".

"Hay un presidente de gobierno con todas las facultades institucionales", remarcó el jefe del Ejecutivo en tono muy duro.

El presidente del gobierno, cuyo objetivo es agotar la legislatura (es decir, cumplir su mandato), exigió a Rajoy "responsabilidad y colaboración" para impulsar la salida de la crisis.

"La sostenibilidad del crecimiento económico es un hecho”, sostuvo Zapatero, quien remarcó hubo crecimiento en el primer trimestre, lo habrá en el segundo, en el tercero y en el cuarto".

"Se abren las puertas a la creación de empleo", a pesar del "difícil contexto europeo" de crisis "que no tiene origen en España", subrayó el presidente, quien esta semana realizó una remodelación en su gabinete para sustituir al "número dos" del Ejecutivo, Alfredo Pérez Rubalcaba, candidato socialista a la presidencia.

Por otro lado, Rajoy criticó a Zapatero por haber culpado a Alemania, sin mencionarla explícitamente, de haber provocado una escalada de la prima de riesgo española, que ayer alcanzó un nuevo récord histórico, por abrir el debate en torno a la participación privada en el rescate a Grecia.

El riesgo a un contagio de la crisis griega vuelve a gravitar hoy sobre España, cuya deuda continúa siendo castigada por los mercados e inversores, aunque con menor fuerza que ayer, cuando la prima de riesgo- diferencial del bono español a diez años con el alemán al mismo plazo- supero los 380 puntos básicos.

Si el bloqueo al segundo rescate a Grecia y la incertidumbre sobre las finanzas de Italia fueron el factor de inestabilidad al inicio de la semana, la degradación de la deuda de Irlanda es ahora lo que mantiene la volatilidad en torno a los países periféricos de la zona euro, incluida España.

La prima de riesgo española abrió hoy la sesión en 319 puntos, cinco más del nivel en que cerró ayer, luego se estabilizó en torno a los 315, y finalmente a mediodía bajó hasta los 300.

En tanto, la Bolsa de Madrid abrió en negativo, aunque no está experimentando oscilaciones abruptas como las de ayer, cuando llegó a perder un 4 por ciento.

A pesar de que Zapatero tiene intenciones de acabar su segunda legislatura, los analistas creen que de continuar la presión de los mercados terminará por convocar elecciones anticipadas.

El hecho de que Rubalcaba renunciara a todos sus cargos institucionales para dedicarse a la campaña es una señal más de que el presidente no descarta un escenario de adelanto electoral.