Hace apenas cinco años todo era bastante distinto para Kei Nishikori . Llegó a la Argentina como 17 del mundo, sólo había ganado un título -Delray Beach- y podía caminar por las calles de Japón sin necesidad de disfrazarse con sombrero y anteojos oscuros. En aquel febrero de 2012, jugó por primera vez el ATP de Buenos Aires y se marchó tras haber perdido en cuartos de final frente a Stan Wawrinka. Cinco temporadas más tarde, es 5 del mundo (fue 4 hasta octubre pasado), suma 11 títulos y una final de Grand Slam (US Open 2014), más de 16.000.000 de dólares en premios oficiales y cuenta con ¡17! sponsors de alta categoría. Casi cincuenta periodistas japoneses cubren los Grand Slam y ya no puede caminar por Japón sin ser asediado, claro. Nishikori es, sin dudas, uno de los grandes tenistas del circuito. La electricidad de sus piernas, su hiriente revés de dos manos, su velocidad mental y la serenidad con la que enfrenta los desafíos, lo convirtieron en todo un peligro. Después de ganar cuatro temporadas seguidas el torneo de Memphis (superficie dura, bajo techo) y celebrar con la tradicional guitarra en homenaje a Elvis Presley, el Ninja cambió su calendario, optando por el polvo de ladrillo, donde tiene 71,8% de efectividad y dos títulos, ambos en Barcelona. Ganar el trofeo con forma de Obelisco y en la tierra de su entrenador, Dante Bottini, es el nuevo objetivo del primer favorito del Argentina Open. "Hice un pequeño cambio en mi calendario esta vez. Me gusta mucho jugar sobre clay y, además, me servirá de preparación para la futura gira en Europa", explicó el oriental, durante una inestable jornada porteña que provocó diversas complicaciones en la programación.
"Es un poco loco lo que pasa cuando vuelvo a Japón, pero igualmente disfruto estando allí, con mis amigos, me encanta la comida y mi familia también está allí. Si bien no es fácil, porque no me puedo relajar demasiado, amo volver a Japón. No necesito tener seguridad extra, pero tengo que buscar opciones para estar tranquilo", le explicó Nishikori a La Nacion, en unos de los pasillos del Buenos Aires Lawn Tennis Club. Con timidez y prácticamente sin elevar la mirada al responder, aportó: "En algún momento sentí mucha presión, pero hoy ya convivo con ella y es bueno que haya mucha repercusión en mi país, porque además hay jugadores jóvenes que tienen sueños. Yo vivo en los Estados Unidos gran parte del año y por eso muchas veces me resulta más fácil hacer mi vida".
Nishikori, de 27 años, nació en Matsue (a casi 800 kilómetros de Tokio), pero está radicado en Bradenton, en la Florida. Ese es su centro de operaciones. Su presentación en el ATP porteño será -si el tiempo lo permite- mañana por la noche, frente al ganador de Diego Schwartzman vs. Facundo Bagnis. "Sé que jugaré contra un argentino. No será nada fácil. Los jugadores latinos son muy fuertes sobre superficie lenta. Tendré que estar atento y concentrado".
-¿Qué diferencias hay entre el Nishikori que jugó en Buenos Aires en 2012 y el actual? Hoy sos un jugador mucho más completo y regular.
-Sí, obviamente mi ranking cambió mucho: ahora soy top ten. Pero además gané mucha confianza en comparación con aquellos años. Mi juego está mejor y estoy teniendo muy buenos resultados sobre clay, algo que antes no era tan así. Por supuesto que soy más consistente que antes. Mi tenis cambió bastante, porque siento que soy más agresivo y mentalmente también soy mucho más fuerte.
-La diferencia entre tu ranking (5) y el número 3 del mundo es de apenas 1070 puntos, ¿pero en la realidad es más profunda esa distancia?
-Sí, creo que Djoko y Murray todavía dominan el circuito, también está Stan (Wawrinka) en este momento, y todos ellos están un paso adelante en el ranking. Y pienso que es un paso muy grande el que hay que dar para estar entre los dos primeros. Siento que año a año estoy achicando la brecha y estoy cada vez más cerca. Yo trato de trabajar cada año, cada partido, cada torneo para lograrlo. Espero poder acercarme cada día más; confío en que lo que estoy haciendo está bien. Tengo un entrenador que me ayuda siempre y desde hace muchos años. Su experiencia me ayuda a ser mejor jugador cada día.
-El año pasado Juan Martín del Potro tuvo un retorno milagroso. Vos tuviste la chance de vencerlo en cuartos de final de Basilea. ¿Creés que esta temporada representará una amenaza para ustedes, los tenistas del top 5?
-La verdad es que es muy bueno verlo de vuelta en el tour. Todo el mundo estaba esperando que regresara. Tiene muchas armas y herramientas para hacer daño, un gran saque y una gran derecha. Para mí tiene una de las mejores derechas del circuito. Ahora, además, varía mucho el revés, empezó a usar más el slice, tiene mucho talento y con seguridad puede vencer a los mejores si mantiene una consistencia. Estoy seguro que Del Potro podrá volver al top ten.
-El año pasado conociste personalmente a Guillermo Vilas en Roland Garros y aquí tendrás la oportunidad de ganar el título en un court que lleva su nombre. ¿Conocés algo de su historia?
-Sí, lo conocí a Vilas, pero lamentablemente no vi mucho de sus juegos. Me siento cómodo aquí y me gustaría que vinieran a verme muchos japoneses que viven en la Argentina. Ojalá pueda tener una gran semana y levante el título. Sería un buen homenaje para Vilas.