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Viernes 02 de Septiembre de 2011 - 09:02 hs

La fábrica de tangos en la región

La Fabrica de Tangos llega a la Argentina y estará en Santa Fe, Rosario, Paraná y Rafaela.
En los próximos días se anuncian las fechas de los show en todo el país que arrancan el 14 de septiembre en Buenos Aires.

La nota de Clarín sobre el grupo


Ni Bajofondo ni Gotan Project. Cuando en la apertura de El elegido (Telefe) Pablo Echarri se escabulle enigmático por la ciudad, la cortina de tango remozado lleva el sello de un dúo argentino radicado en México, La fábrica de tangos. Dos treintañeros tan creativos como nostálgicos: “Tocamos con tanto corazón que nos sentimos la orquesta de Aníbal Troilo”, juegan.

Criados en Villa Urquiza, Martín Murano y Pablo Mahmud Ahmad crecieron con el 2x4 impuesto en los tímpanos. De familia de músicos Murano (su abuelo Antonio era guitarrista y su padre, Carlos Falcón, cantor en la orquesta de Troilo) y con madre cantante Ahmad, absorbieron y procesaron tanto el género que ya en el Distrito Federal ahogaron penas de desarraigo. Tema va, tema viene, un día llamaron a la Reina del Plata y le hicieron escuchar a la madre de uno de ellos (María) ese mar de lágrimas en formato de canciones. ¡Ustedes son una fábrica de tangos!, sentenció la señora. Y con aquella definición inauguraron el “tallercito”.
Con “la máquina prendida”, el dúo salió a conquistar territorio azteca. La primera conquista llegó gracias al productor Hernán Luna, quien los convocó para colaborar con la música incidental de la telenovela Yago, pasión morena, una versión local de la historia que aquí protagonizó Facundo Arana. Tiempo después los invitó para el proyecto El elegido, pero la suerte se tomó su tiempo. “Ya nos habíamos olvidado del asunto y un día nos llaman para decirnos, ¿Están sentados? Entró el tema de ustedes para esta ficción. Pero cuando llegué a Buenos Aires la decisión se postergó. Fui a hablar con Pablo (Echarri) y me acuerdo que llevé caramelos masticables como para convencerlo”, explica como un niño Mahmud Ahmad, el hombre del apellido sirio.

“No vengo a presionarte, pero nos ayudarías un montón si decís que sí, le dije en ese momento a Echarri. Y me pareció un divino. Como tipo de barrio, entendió que éramos un grupo totalmente anónimo “, continúa Ahmad, voz y bandoneón.
Pese a lo que suena en TV, la fábrica no se dedica al tango electrónico: “Preferimos decir que hacemos rockatango. Somos imprudentes al tocar, no tenemos reglas para grabar. Si hasta subimos a actuar con las zapatillas Converse”, se ríe Murano, a cargo pianos y guitarra. Y su “gomía” insiste: “En Leader Music nos avisaron Hay una puerta entre Cacho Castaña y Gustavo Santaolalla y nadie se metió todavía. Ustedes se dieron cuenta”.
Como aún no pueden subsistir con la banda, los tangueros “mexicanizos” tienen emprendimientos musicales paralelos. Murano, firmado con Jorge Iacobellis, es dueño del estudio La Manzanita record, con el que lleva 50 producciones hechas. Antes, supo ganarse la vida como modelo publicitario. Ahmad, que compartió escenarios con Olga Guillot, Paulina Rubio y Ricardo Montaner se jacta de un dueto de pop (FM2).
Perseverantes, alguna vez le enviaron su disco “al maestro Rubén Juárez”, y él dio su veredicto. “Dijo que escuchaba en nosotros destellos de Eladia Blázquez y de Chico Novarro, y eso lo tomamos como un piropo. Aunque también dijo que en parte lo nuestro era remanido”, cuenta Ahmad. “Yo pienso que si hacés tango electrónico creen que sos drogadicto y que si te tirás a lo clásico, te tildan de copión. La palabra tango despierta polémica”.
Horas después de la nota, una dulce voz suena en el contestador de Clarín. Es la madre de Ahmad, casi una agente de prensa, que agradece la entrevista a su hijo y ofrece visitar la redacción para repartir el disco, como ya lo hizo por distintas radios y discográficas. “La vieja es increíble. Si hasta se fue a La 2x4 y nos vendió tan bien que logró que termináramos haciendo cortinas para esa emisora”, cuenta gracioso el muchacho.
Con casi 5.000 seguidores en facebook, el dúo volverá a sonar en la pantalla, pero en la grande: musicalizaron Así es la suerte, la versión mexicana del filme La suerte está echada, de Sebastián Borensztein. “Queremos que sepan todos que somos más que lo que escuchan en El elegido. Los porcentajes van a ir variando. Haremos tango, tango-canción, tango-rock, tango-pop, candombe, tango-cumbia, tango-electrónico...”. Efectivamente, una fábrica. Prolífica.

Fuente: lafabricadetangos.com