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 "¡Un aplauso por favor!", pidió el ministro Emilio Monzó, y todos rieron. El senador Ernesto Sanz ensayó cara de circunstancia, mientras el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, se reclinaba en el cómodo sillón negro, una especie de diván en el ómnibus acondicionado como casa rodante que el candidato presidencial utiliza para recorrer la provincia de Buenos Aires. Fue segundos después de la irrupción de los quesos y fiambres y las empanadas, y de que el líder del PRO asegurara que en caso de ganar las elecciones designará a Sanz como ministro de Justicia y a la diputada Elisa Carrió como embajadora en algún país de Europa.

Acompañado por varios de sus asesores del equipo de Comunicación y por la vicejefa y candidata a gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, además del senador radical y del ministro de Gobierno porteño, Macri lanzó varias definiciones políticas a bordo del "Macrimóvil", con el que recorrió esta tarde los casi 100 kilómetros que separan a las localidades bonaerenses de Azul y Tandil, en una travesía de la que participó Infobae junto a otros medios.

Además de las eventuales designaciones de Sanz y Carrió, Macri aseveró que si llega a ser Presidente creará nuevos ministerios -aunque no brindó demasiados detalles-, y que hará reuniones de gabinete semanales por temática. En un borrador interno que circuló por los principales despachos porteños, el nombre del senador ya aparecía en el casillero de Justicia. "Hay mucha gente trabajando, pero todavía no tenemos los nombres definidos", se excusó el ex presidente "xeneize".

Macri volvió a insistir en que "todos los funcionarios designados políticamente tendrán que dar un paso al costado". "(Ricardo) Echegaray también es funcionario de este Gobierno, debería dar un paso al costado", enfatizó el jefe porteño en relación al titular de la AFIP. Hace varias semanas, Macri se había referido al titular del Banco Central, Alejandro Vanoli, y a la procuradora Alejandra Gils Carbó. Pero nada había dicho sobre el mandamás de la AFIP.

Cuando se le consultó sobre las negociaciones con Sergio Massa, el líder del PRO fue tajante. "Claramente el diálogo se enfrió, no hay comunicación", reconoció. Una definición política de fuerte impacto que desnuda la tensión con la que transita por estos días la relación entre el jefe de Gobierno y el candidato del Frente Renovador. "Los últimos 20 días, (Massa) se dedicó a hacer campaña en contra nuestro", abundó Macri. "¿Tiene un pacto con Daniel Scioli?", preguntó Infobae. "Nunca lo sabremos", respondió el candidato.

El candidato de Cambiemos aseguró sin embargo que en un eventual ballotage buscará la unidad de toda la oposición, incluido Massa. "Cambiemos tiene que tener la humildad y la responsabilidad de enfrentar a todos. Lo importante es asegurar la segunda vuelta. Nos quieren convencer de que (el Frente Para la Victoria) ya ganó en primera vuelta y eso no es verdad", abundó.

Un rato antes, el jefe de Gobierno había recorrido el centro de Azul en la parte trasera de una camioneta junto a Vidal y el candidato a intendente Local, Ramiro Ortiz, rodeado de decenas de vecinos que se alborotaron por la presencia del candidato. "Mauricio, ¡no te olvides de los pibes, volvé!", le gritó un joven en bicicleta. Unos minutos antes, el párroco del pueblo se quejaba por el barro y los chapones que dificultaban la caminata.

Tras la caravana, el jefe de Gobierno porteño se subió al ómnibus reconvertido en casa rodante. Devoró quesos, fiambres y empanadas, y tomó unos sorbos de Coca Cola light. El "Macrimóvil" cuenta con todas las comodidades: una especie de living con plasma, sillones, una mesa y una cocina equipada con microondas, cava para vinos -con solo dos botellas- y heladera. Al fondo, además del baño, dos habitaciones: una con dos cuchetas y la principal con cama doble y teléfono. Antes de las definiciones políticas, el líder del PRO rememoró su infancia en Tandil, y recordó la primera y única vez que pitó un cigarrillo, obligado por su novia de aquel entonces. "Me mareé tanto que no probé nunca más", explicó. Macri no toma ni una gota de alcohol.

En referencia al debate presidencial del próximo 4 de octubre, organizado por la ONG Argentina Debate, Macri volvió a apuntar contra el gobernador bonaerense, que esta semana se excusó de participar y con quien, según se sinceró, no habla "hace mucho". "En la segunda vuelta no se escapa, ahí va a tener que debatir", bramó el líder del PRO, que reiteró su participación en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires. Está convencido de que los dardos del resto de los postulantes presidenciales estarán centrados en su figura.

Macri también aseguró que en caso de triunfar en las elecciones reformará la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) y que tratará de garantizar "la independencia de los jueces federales". En relación a la conformación de la Corte Suprema de Justicia, el líder porteño deslizó que en caso de llegar a la Casa Rosada mantendrá la composición de cinco miembros, por lo que tendría que designar a dos nuevos integrantes: "Tienen que ser juristas de trayectoria e independientes".

El candidato volvió a insistir en la inocencia de Fernando Niembro, el periodista y ex candidato a diputado que tuvo que declinar de su postulación por el escándalo vinculado a las contrataciones entre su ex productora y el Gobierno porteño. "No hay autocrítica, nosotros lo respaldamos. No está de ánimo, hace unos diez días que no hablo con él", abundó.

Esta noche, el jefe de Gobierno participará de una cena de recaudación en el hotel Costa Galana de Mar del Plata. Mientras, el equipo de comunicación terminó de definir a los principales voceros designados para exponer las propuestas de campaña en diversos rubros. Empleo será para el diputado Jorge Triaca; narcotráfico e inseguridad para Eugenio Burzaco, el ministro Guillermo Montenegro, Mariana Zuvic y Patricia Bullrich; Energía será del ex presidente de Shell, Juan José Aranguren; "pobreza cero" y educación para los ministros Esteban Bullrich y Carolina Stanley, y salud será el área de Graciela Ocaña. Ya había sido designado Rogelio Frigerio como vocero económico del frente.