Lt 10

Es tan auténtica que supera prejuicios
Es tan caritativa que no acepta la inmediatez y la superficialidad
Es tan necesaria, que sin ella una persona sería como un libro que nadie lee
Es tan sencilla que une lo que las diferencias separan
Es tan especial que siempre será una parte medular de nuestras vidas
Es tan bella que ni en sueños podríamos encontrar quién la supere
Es tan única que llega silenciosa y se convierte en estruendosa
Es tan incomparable que no existen palabras, modos, ni formas que puedan definirla
Es tan sincera que solo admite lealtad, compromiso y solidaridad
Es tan distinguida que nos eleva y nos hace mejores personas
Es tan ideal que nadie puede prescindir de ella
Es tan importante que nadie debería osar destruirla jamás
Es tan pura que debemos cuidarla y conservarla intacta siempre
Es tan verdadera que deberíamos hacer un culto de ella a cada paso
Es tan agradable que nos da jactancia y orgullo
Es tan generosa, que jamás repara en descuidos
Es tan fiel que no se agradece, se corresponde.
Es tan fuerte que no se rompe fácilmente, aunque la he visto flaquear ante la maldita “traición”
Es tan incondicional que no acepta condiciones
Es tan admirable que mi imaginación se reduce a la mínima expresión cuando la reivindico
Es tan omnipresente que se encuentra en todas partes… depende de nosotros rescatarla, abonarla, cuidarla, redimirla, conservarla, atesorarla y por sobre todas las cosas: respetarla.
Es que ella es tan imperiosa en nuestras vidas, que con los años aprendí que el mejor triunfo que puede poseer un ser humano, es tener una noble y verdadera AMISTAD... Tan valiosa y esencial!!!