La Argentina se presentará en las próximas horas ante la Cámara de Apelaciones de Nueva York tras el fallo del viernes pasado de Thomas Griesa que les reconoció a los "me too" o fondos buitre de segunda generación los mismos derechos que a los demandantes del juicio primario. Con esto, cualquier aplicación ejecutiva de la medida deberá esperar a una resolución en esa segunda instancia, lo que puede demandar, mínimo, unos cuatro meses hasta tener una sentencia definitiva. Al menos hasta fines de septiembre no habrá ninguna obligación para el país con respecto a pagos a los "me too" y si el Gobierno tiene algo de fortuna, un fallo de fondo de la cámara vendrá luego de las elecciones de octubre. No es una espera menor.
Ahora el país puede decir que no comenzará una ronda de negociaciones con los fondos buitre hasta no tener definido el listado completo de acreedores con derechos. Esto es, hasta que la segunda instancia no defina como ejecutable el fallo de Griesa. Se descarta que la Corte de Nueva York avalará a Griesa (lo hizo siempre hasta ahora y lo volverá a hacer). Sin embargo, lo importante en términos políticos es que las negociaciones de fondo con los fondos buitre podrían adormecerse hasta que la cámara se defina. En otras palabras, el Gobierno podría ir a las elecciones presidenciales sin mayores sobresaltos que los actuales.
Por otro lado, no lo reconocerá públicamente el Gobierno argentino, pero el fallo de Griesa que implica que el país les debe reconocer a los "me too" unos u$s 5.400 millones en bonos impagos no es una mala noticia. Inicialmente se calculaba que estos tenedores de deuda irían a reclamar más de u$s 7.000 millones originales en títulos impagos, que con los "taxis" indexatorios que aplica el juez (multas, intereses, punitorios y gastos del juicio) hubieran provocado que la deuda ascendiera a no menos de u$s 9.000 millones. Sumando la deuda con los fondos buitre originarios (que hoy superaría los u$s 2.000 millones), el pasivo que debería negociar la Argentina sería de más de u$s 11.000 millones. Los números que ahora deja Griesa sobre la mesa implican que la negociación que el país debería encarar con los holdouts ante el juez neoyorquino sería de unos u$s 8.000 millones. De alguna manera, Griesa redujo la deuda argentina en no menos de u$s 3.000 millones.
Hipotéticamente, si los fondos buitre aceptaran la quita propuesta por la Argentina bajo los términos del canje de deuda de 2010, el dinero que habría que liquidar no llegaría finalmente a los u$s 3.000 millones, según los cálculos que se hacían el fin de semana. Obviamente mucho menos que lo reclamado, pero implicarían un tremendo negocio para fondos que compraron deuda argentina casi al 20% de su valor nominal y ahora recibirían una compensación de hasta un 60%. El negocio para los fondos buitre que compraron deuda argentina entre septiembre de 2001 y marzo de 2002 sería de no menos del 300%, en dólares. Si, por el contrario, se les pagara a los fondos buitre y los "me too" la totalidad de lo que reclaman más las indexaciones aplicadas y autorizadas por Griesa, éstos tendrían una ganancia de más del 3.000%.
Lunes 08 de Junio de 2015 - 21:06 hs
Gobierno apela ya fallo de Griesa por nuevos buitres
Fuente: ambito