Hoy - Columna de opinión

Domingo 07 de Junio de 2015 - 03:02 hs

"El que se gana la credibilidad ahorra palabras", por G. Mazzi

 Sería injusto quitarle méritos a la campaña de Unión en el primer semestre del año por la estrepitosa derrota en La Plata. Es cierto que la imagen final se distorsionó como pocos imaginaban, pero el ciclo rojiblanco en su retorno a primera debe medirse en 15 partidos y no sólo en el último.

También es cierto que los resultados positivos disimulan los defectos y este Unión tiene varios. Si uno pretende ser benévolo y equilibrar pro y contras sin caer en el extremismo exagerado, uno advierte en el conjunto de Madelón una gran entrega, mucha solidaridad y rendimientos individuales que en algunos casos alcanzaron el sobresaliente.

Triverio es el abanderado del proyecto, con goles decisivos. Gamba y Malcorra los escoltas de Kike, para terminar de conformar un tridente ofensivo que se lleva la mayoría de los aplausos luego del primer “boletín”. En el “activo” del patrimonio futbolístico, los arqueros también representan aumentos de las "ganancias". Luego hubo un acompañamiento voluntarioso del resto, con algunos “picos” de Martínez, Sánchez, Villar… aunque sus rendimientos fueron discontinuos y no alcanzan la altura de los otros "valores" del club .

Como todo balance por fin de temporada, semestre o etapa (como prefieran llamarlo), uno debe incluir el “pasivo”. En este ejercicio contable de 15 fechas, los Tatengues mostraron defectos que uno no debería obviar, por mucho de lo bueno que se haya visto y que enumeramos anteriormente. Es muy cierto que el nivel del juego en Argentina se vulgarizó, con futbolistas que pocas veces hicieron pie en la mediocridad de un campeonato intenso, pero sin brillo. El Tate no escapó a las generalidades de un certamen con poco volumen de juego en general. Los santafesinos tienen poca tenencia de balón, son muy verticales y eso hace que ataque mucho (uno de los equipos con mayor cantidad de goles a favor), pero también que defienda con exageración, muchas veces muy mal como en La Plata… y otras veces mal, pero respaldado con actuaciones imperiales de Nereo o Castro.

El entrenador rojiblanco deberá ajustar varios detalles en el bloque defensivo de su equipo. El mediocampo suele flaquear en la contención del armado de juego del elenco rival, y la defensa se debate en una lucha sin cuartel a capa y espada. En esa contienda, en algunas ocasiones titánica por defender la meta, es donde pierden más de lo que ganan los laterales y por ende, los marcadores centrales hacen horas extras. En varias oportunidades los resultados positivos se alcanzaron de punta a punta, de área a área. Por Triverio y Nereo, para ser más precisos.

Los extremos en este deporte tan pasional tienden a acercarse peligrosamente y suelen ganar las presiones de aquellos exitistas precipitados. Unión no estaba para ser campeón después de golear a Crucero, ni está tan mal luego de la derrota en La Plata. Es tiempo de parar la pelota y analizar en profundidad defectos y virtudes. Esto será tarea de Leo y la CD, mientras el hincha celebra una decorosa campaña que con razón los enorgullece. No hay conformismo, y eso tranquiliza. No hay relajación, y eso motiva.

Es hora de asumir errores, fortalecer los aciertos y proyectar a futuro. El “Francés”, tiene asegurada una continuidad vitalicia en un club hecho a su medida, aunque se sabe que en el fútbol todo se recicla con asombrosa liviandad cada fin de semana. El DT ha realizado un gran trabajo desde la comunión, el esfuerzo y la unión del grupo. Los resultados no son nada despreciables. Sus laureles tienen vigencia en las ideas, tanto como aquella ilustre diestra que llevó a los de Zucarelli a escribir la página más recordada del fútbol santafesino en 1989.

Madelón tiene crédito para seguir moldeando al Tate a su imagen y semejanza. Dogmático y seductor a la vez, siempre sujeta las riendas de su destino. Así llevó al "glorioso Unión" dos veces a la meta. Con los cortos y con el buzo. "El que se gana la credibilidad ahorra palabras", resumió alguna vez Jorge Valdano. Hoy Leo sigue siendo el líder de esta noble causa. Un derecho que se ganó dentro y fuera de la cancha.