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La protagonista de la película es Anna, una novicia a punto de tomar los votos para convertirse en monja en el mismo convento católico donde fue abandonada durante la Segunda Guerra Mundial, al ser asesinados sus padres. Antes de que eso suceda, deberá visitar a su única pariente viva, su tía Wanda Gruz, antigua fiscal del partido comunista, quien le revelará a Anna su pasado familiar, su origen judío y su verdadero nombre, Ida Lebenstein. A partir de ese momento, la película ahondará en una reflexión sobre la Polonia de la ocupación nazi y la Polonia comunista de la posguerra y en las implicancias de estos dos contextos para la vida de las protagonistas.

Morir en vida: el sujeto descentrado

Ida y Wanda son seres llenos de contradicciones: Ida es una monja judía, su tía Wanda Grunz, una ex fiscal y actual magistrada que no investiga ni hace justicia por su familia asesinada en tiempos del nazismo . Son personajes que parecen arrastrarse sin poder tomar el rumbo de sus vidas con deseo, con impulso vital (Ida quiere ser monja siendo judía y sintiendo deseos por un joven; Wanda es alcohólica y se acuesta con hombres maquinalmente para evadirse de la realidad). Dos maneras de reprimir la vida y de ocultar aquello que es tan doloroso, aquello a lo que temen acercarse pero que sin embargo las acecha y las determina sin que puedan hacer nada para detener su efecto: la trágica historia familiar de las protagonistas.

Si bien la película consta de un guión con pocos diálogos, es a través de pequeños detalles en frases aparentemente banales (“Ida tiene un pelo precioso pero lo esconde”) donde se devela ese significado profundo que se intenta ocultar y no querer ver.

Durante toda la película sentimos que las protagonistas reprimen tanto la muerte como la propia vida. Ida y su tía son las dos caras de la misma moneda: la una reprimiendo todo deseo vital, la otra manchando todo deseo genuino de excesos autodestructivos. Y una vez ocurrida la develación del pasado, pareciera resurgir con más fuerza que nunca el deseo de muerte reprimido en el personaje de Wanda y pareciera también resurgir el deseo de vida reprimido en Ida aunque el final sea desesperanzador, dejándonos una sensación de angustia y desencanto.

Siguiendo el decir de Miguel Hernández en su poema Elegía “…siento más tu muerte que mi vida…”, en los personajes se puede ver la culpa por seguir viviendo, la muerte que destruye a los que continúan con vida. En este sentido es clave la escena en la que Ida le pregunta al asesino de sus padres “¿Por qué yo sigo viva?”.


El conflicto individuo - sociedad

Polonia fue el país que tuvo la mayor cantidad de judíos asesinados durante la Segunda Guerra Mundial (se calculan alrededor de seis millones). La película se desarrolla a principios de los 60 durante el régimen comunista que duró en Polonia de 1945 a 1989. En este período existió una renovada violencia antisemita que llevó a los judíos sobrevivientes al nazismo a abandonar Polonia.

Con respecto a la historia de este país, el director hace un paralelo entre dos épocas (la sociedad polaca durante la Segunda Guerra y la sociedad polaca de la posguerra comunista) para decirnos que hay distintas maneras de que el individuo muera en sociedad, homenajeando a las víctimas de los dos momentos y pareciendo decir que todos los tiempos son malos. Es ilustrativo al respecto el que esa justicia da la que Wanda fue una prestigiosa fiscal en tiempos comunistas, también siga tratando casos de matanzas por ideas políticas extremas y que ella misma se jacte de haber mandado a matar a muchos “enemigos del pueblo” al mejor estilo nacional socialista. Los vecinos polacos que se niegan a decir lo que saben sobre los asesinatos de sus compatriotas y que usurpan bienes como los nazis durante la guerra, también evidencian ese paralelismo histórico.

Los personajes del film o se dejan morir (Ida y Wanda) o llevan adelante un mundo corrupto (los nazis, el Estado y la población civil de la “nueva Polonia” de la posguerra). El intertexto del film es la historia del nazismo en Europa pero la tensión individuo – sociedad es el tema que hace universal esta película.

Título original: Ida (Sister of Mercy)
Año: 2013
Duración: 80 minutos
País: Polonia
Director: Pawel Pawlikowski
Guión: Pawel Pawlikowski, Rebecca Lenkiewicz
Reparto: Agata Kulesza, Agata Trzebuchowska, Joanna Kulig, Dawid Ogrodnik, Jerzy Trela,Adam Szyszkowski, Artur Janusiak, Halina Skoczynska, Mariusz Jakus
Género: Drama