En su discurso del viernes pasado en Rosario, la presidenta Cristina Kirchner hizo un giro fuerte en la estrategia con la que enfrentaba el pleito con los fondos buitre, a los que la justicia de Estados Unidos había declarado como ganadores: después de haberlos fustigado una y otra vez por cadena nacional, optó por abrir una negociación. Pero tras una primera ronda de encuentros infructuosos con el mediador que había designado el juez Thomas Griesa, aceptó dar un salto sin red y disponer el pago en Nueva York de la deuda que vence este lunes (tal como lo había anticipado en exclusiva El Cronista), con lo cual el país quedó expuesto a que se ejecute la sentencia en su contra y se gatille la cuenta regresiva de un default técnico.
El anuncio oficial de esta decisión se hizo cerca del mediodía en el Palacio de Hacienda. Estuvo a cargo del ministro Axel Kicillof, acompañado en el estrado del microcine de su cartera por Jorge Capitanich y Carlos Zannini. Casi en simultáneo, trascendió en Buenos Aires la decisión del juez neoyorquino de rechazar los dos pedidos que había hecho la Argentina para fijar una nueva cautelar que garantice la negociación. Es probable que para esa hora, la negativa ya hubiera sido informada a los funcionarios por los abogados del estudio que los representa en Nueva York, con lo cual el Gobierno ya tenía plena conciencia del impacto de su nueva jugada.
La pelota duró poco tiempo en el aire. Horas más tarde, Griesa informaba a las partes que hoy a las 11.30 (hora argentina) los esperaba en su despacho para una nueva audiencia que se presume clave para esta contienda, pero de destino incierto.
En los tres párrafos con los que justificó su respuesta previa al pedido argentino del stay, el juez había dicho que no era una solicitud apropiada porque el pago a los fondos buitre no iba a entrar en vigor a menos que se cumpliera con los tenedores de deuda reestructurada. Griesa dijo que no tenía control sobre si Argentina haría esos pagos, dato que se constituyó para para esas horas en eje del anuncio oficial. También reafirmó que ese tema tenía que estar incluido en las negociaciones que debía conducir el abogado Daniel Pollack, nombrado como mediador.
El fondo NML entiende que con el pago dispuesto por la Argentina, está incurriendo en un desacato. Pero otras lecturas entienden que podría ser una forma brutal de ratificar su voluntad de cumplir con los acreedores.
Al tomar esta decisión, el Gobierno no quiso convalidar el sendero que le sugerían los fondos, que era saltear el pago del lunes y dejar correr el plazo hasta el 30 de julio, día en que se entraría en default real si no se saldaban los compromisos. Con el fallo Griesa en la mano, los litigantes tenían el poder de decidir qué aceptar y qué no de los pedidos argentinos.
Ahora, la pelota está en Nueva York. Si el juez ordena al Bank of New York que ejecute la sentencia, habrá un default parcial, y la Argentina se reservó el derecho para iniciar acciones legales y reclamos internacionales contra todos los que toleraron ese paso, desde la Casa Blanca hasta el banco que actuó como fiduciario y, sobre todo, el propio Griesa.
Una pregunta que se hacía ayer el mercado en Buenos Aires, es cuándo se estaría entrando eventualmente en default. Si no media una contraorden judicial, y los bonistas del canje sufren un recorte este lunes a la hora de cobrar, la única chance que tiene la Argentina de evitarlo es reponer esos fondos antes de que terminen los 30 días de gracia que tienen los bonos. Para las calificadoras, de todos modos, será un evento que motivará una declaración negativa.
Hasta que concluya la audiencia de hoy, el final sigue abierto.
Hoy - Sin acuerdo con el juez
Viernes 27 de Junio de 2014 - 10:55 hs
El Gobierno paga deuda en Nueva York y vuelve el temor al default
Griesa convocó a las dos partes a las 11.30. Si no da curso a otra ronda de negociación y libera el pago a los fondos buitre el lunes, hay chances ciertas de un default técnico
Fuente: cronista.com