Alfredo Alcón falleció esta madrugada. El prestigioso actor tenía 84 años, había sufrido varios problemas de salud desde diciembre hasta febrero en el Sanatorio de La Trinidad, cuando permaneció internado por una infección intestinal que acabó complicándose por problemas respiratorios.
En diálogo con LT10, Jorge Ricci, actor, director y dramaturgo santafesino, expresó que “Alfredo Alcón era un fauno teatral. Alfredo Alcón era la mejor, voz, el mejor rostro, el mejor cuerpo. Yo recuerdo haberlo visto por primera vez en el Teatro Municipal, en la obra “Recordando con ira” de John Osborne. Aquel día quedé maravillado con aquel actor”.
Además, Jorge Ricci agregó que “Alcón deja una larga y maravillosa obra como hombre de teatro, como actor. Yo fui muy amigo de los amigos de Alfredo Alcón. Él sabía elegir muy bien a sus amigos y trabajaba con ellos. Alcón era garantía de calidad teatral. Él comenzó con Cunil Cabanellas, un viejo loco y talentoso español. Alcón era un protagonista como María Rosa Gallo, como Cristina Banegas”.
“Lo que más rescato de Alcón es su ética como hombre de la cultura. Alfredo no corrió jamás detrás de la plata. Alfredo Alcón hizo siempre lo que quiso hacer. Él hizo Shakespeare, Chejov, Ibsen y grandes autores argentinos. Él tocó lo esencial del teatro contemporáneo y universal. Yo lo valoro por su trayectoria y su coherencia. Alfredo Alcón está en la historia grande del teatro argentino como Tito Cossa, como Kartún, como Bartis. Estos tipos son únicos”, subrayó el dramaturgo santafesino.
Por su parte, Virginia Lago, actriz, manifestó que “era un actor en donde uno podía mirar. Era un ejemplo de ética y de amor al teatro. Alfredo siempre nos daba una lección de arte, de vuelo. Los textos dichos por él uno los entendía mejor. Alfredo Alcón era extraordinario y sensible. También, a veces, era un gruñón (risas)”.
Además, Virginia Lago sostuvo que “Alfredo era muy generoso y cariñoso. Cuando uno lo elogiaba, él cambiaba de tema porque le daba vergüenza. Pocas veces se vio un rostro tan extraordinario en el cine como el de Alfredo Alcón. Su belleza era increíble”.
Víctor Laplace también se refirió a la muerte el actor y dijo que "me deja una enseñanza sobre lo que significa una profesión. Alfredo no se confundía: podía ser príncipe y mendigo. Él la encaró con la sencillez de los grandes".
Asimismo, Laplace señaló que "vivió su profesión desde la ética. Cuando él no hacía teatro iba a ver el trabajo de los compañeros y los alentaba de manera superlativa".
Su historia
Nacido en barrio porteño de Liniers y criado entre el barrio porteño y Ciudadela (Partido de Tres de Febrero, en la Provincia de Buenos Aires).4
Como actor de teatro ha representado personajes de William Shakespeare, Federico García Lorca, Arthur Miller, Tennessee Williams, Henrik Ibsen, Eugene O\\\\\\'Neill y Samuel Beckett. Ocasionalmente ha incursionado también en la dirección teatral.1
Con el reconocido director Leopoldo Torre Nilsson hizo algunos de sus papeles cinematográficos más memorables, tal como el protagónico de El santo de la espada (1970), basada en la novela de Ricardo Rojas sobre la vida del Libertador José de San Martín. También con Nilsson filmó los notables Martín Fierro (1968), sobre el poema gauchesco de José Hernández, La maffia (1972), Los siete locos (1973) —Oso de Plata en el Festival Internacional de Cine de Berlín— y Boquitas pintadas (1974) —Concha de Plata y Premio Especial del Jurado en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián—, basadas las dos últimas en las novelas homónimas de Roberto Arlt y Manuel Puig, respectivamente.
Alfredo Alcón es también uno de los protagonistas de la la película más taquillera de toda la historia del cine argentino, Nazareno Cruz y el lobo (1975), de Leonardo Favio, con un récord de 3,4 millones de espectadores. Es destacable además por haber protagonizado la aclamada Los inocentes (1964), de Juan Antonio Bardem. Este trabajo le permitió incursionar en el cine español, siendo uno de sus más recordados papeles el que interpretó en En la ciudad sin límites (2002), película de Antonio Hernández ganadora de dos Premios Goya. Incursionó asimismo, y con éxito de crítica y público, en el teatro español así como también en la televisión de España.
Alcón obtuvo, entre muchos otros galardones, el Premio al mejor actor en el Festival Internacional de Cine de Cartagena por Los siete locos, y el Premio Cóndor de Plata al mejor actor por sus sendos protagónicos en Los inocentes y Martín Fierro, asimismo en 2005 la Asociación de Cronistas Cinematográficos de la Argentina le otorgó el Premio Cóndor de Plata a la trayectoria.
Al decir de la Fundación Konex,2 su figura «es un orgullo nacional admirándoselo por su calidad actoral, su estampa y su hermosa voz». Puso su voz en numerosas películas, entre ellas Últimas imágenes del naufragio, De eso no se habla, Cortázar.
El prestigio como intérprete teatral que se le reconoce al actor es puesto de manifiesto en El hijo de la novia, película de 2001 de Juan José Campanella nominada al Premio Óscar como mejor película extranjera, en una de cuyas escenas Alcón hace de sí mismo y recita un improvisado Hamlet, mientras es filmado por el director de tal ficción, Adrián Suar, que interpreta a un director de cine llamado Dodi.
Falleció el 11 de abril de 2014 a los 84 años por un cáncer de colon en un hospital de su ciudad natal a las 5 de la mañana hora de Argentina.
Hoy - A los 84 años, murió el gran actor argentino
Viernes 11 de Abril de 2014 - 10:05 hs
Virginia Lago: “Alcón era un ejemplo de amor al teatro”
Luego de padecer una larga enfermedad, falleció esta mañana en Capital Federal. Su último trabajo teatral en la calle corrientes fue la obra "Final de partida". "Era un fauno teatral; era garantía de calidad", opinó Jorge Ricci.
Fuente: LT10