Hoy - Trágico episodio

Jueves 03 de Abril de 2014 - 10:42 hs

Un joven se disparó un tiro accidentalmente y falleció

Fue ayer, antes de las 13, en un departamento en Bv. Zavalla al 1.900. La víctima es Lisandro Pérez Scavuzzo, de 20 años. Accionó el mecanismo de un revólver 38 y se pegó un balazo en el corazón

 er, pasadas las 19, se confirmaron los resultados de la autopsia y del dermotest realizado por los médicos forenses de la morgue judicial santafesina, que constataron que la muerte del joven Lisandro Pérez Scavuzzo, de 20 años, fue accidental al manipular indebidamente un revólver calibre 38 en un departamento de un edificio de propiedad horizontal, cuando estaba en compañía de dos amigos, hermanos entre sí y del padre de éstos.

La medida ordenada por los fiscales Ricardo Fessia y Cristina Ferraro, en cuanto al dermotest, también alcanzó a los dos hermanos, amigos de la víctima, y al padre de éstos, que estuvieron en la escena en la que se produjo la muerte del malogrado Pérez Scavuzzo.

En los casos de los hermanos y del padre, el resultado de la pericial dermotest arrojó negativo y con ello se despejaron todas las dudas que rodearon a ese suceso a partir de las 13 de la víspera, y quedaron desafectados de la investigación del caso, ya que la carátula probable de este hecho sea la de “muerte accidental por manipulación indebida de arma de guerra con una víctima fatal”. La secuencia de lo ocurrido

Algunos minutos antes de las 13, un llamado telefónico alertó al 911 sobre el pedido de auxilio requerido por los moradores de un departamento de un edificio de propiedad horizontal que está ubicado en bulevar Zavalla al 1.900, del barrio Alfonso, en el suroeste de la ciudad de Santa Fe. Una ambulancia del Servicio Integrado de Emergencias Sanitarias (Sies), arribó a la vivienda y un médico constató el deceso de la víctima por disparo de arma de fuego. Los profesionales responsables de esa unidad de emergencia pública comunicaron la novedad a su central y al 911, y solicitaron la presencia policial en el lugar del suceso.

Constatación de un jefe policial

El jefe de la agrupación Cuerpos de la policía capitalina, comisario inspector Sergio Fernández, arribó algunos minutos después de las 13 al lugar; ingresó por el largo pasillo que conduce hasta el primer piso adonde se produjo el hecho de sangre. Allí realizó la inspección ocular del suceso y convocó al médico de la repartición policial, a los pesquisas policiales de la división Homicidios de la UR I La Capital, a los agentes de la Policía Científica, a la fiscal de la UEH, Cristina Ferraro, y al fiscal regional, Ricardo Fessia. Fiscales, en el lugar del hecho

Los policías de Homicidios, con los fiscales Fessia y Ferraro, ingresaron al lugar adonde se produjo el suceso, dialogaron con los dos hermanos propietarios del departamento en el que se desarrolló la tragedia y con el padre de ambos que terminaba de llegar al inmueble cuando se produjo el disparo fatal que terminó con la vida de Lisandro Pérez Scavuzzo, de 20 años. Ambos hermanos explicaron los alcances y extremos de la situación vivida, y además hicieron saber que una vez que se produjo el accidente, tomaron el revólver calibre 38, lo colocaron dentro de un funda y lo guardaron dentro de un ropero. Acto seguido entregaron el arma a las autoridades judiciales y policiales presentes en el lugar. Medidas para obtener certeza

Los fiscales Fessia y Ferraro, en atención a las particularidades del caso, ordenaron la inmediata realización de los peritajes criminalísticos de rigor: huellas y rastros, planimétrico, fotografía y balística en el lugar del hecho de sangre, y ordenaron a los pesquisas de Homicidios tomar debida nota de las narraciones que hicieron del suceso ambos hermanos y el padre de éstos. Luego de las 15, y cuando concluyeron con todos los peritajes y testimonios, los fiscales ordenaron el traslado del cadáver a la morgue judicial para la realización de la autopsia y el dermotest, con la finalidad de despejar las dudas existentes con relación al motivo que llevó a los dos hermanos a guardar el arma de fuego de guerra: un revólver calibre 38, luego de ocurrido el suceso.

La propiedad del revólver 38

Los fiscales preguntaron por el origen del arma y todos coincidieron en afirmar que es propiedad de un salteño que por motivos laborales estaba en su provincia. El revólver fue secuestrado y sometido a los peritajes de rigor. Además, la madre de los dos hermanos, que es una jueza de familia santafesina, que circunstancialmente estaba en una ciudad costera de la provincia de Buenos Aires, fue informada sobre el acontecimiento y decidió su inmediato regreso a la ciudad de Santa Fe, atento a la gravedad del episodio ocurrido en su vivienda familiar ubicada en el barrio Alfonso.

Fuente: Diario Uno Santa Fe