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 Con un petitorio que brega por el regreso de la parada de la Línea 2 a barrio El Pozo, los vecinos marchaban este mediodía hacia el Concejo Municipal “para que se trate el tema sobre tablas y se gestionen soluciones”. Así contó a este diario Estela Santa Cruz, quien preside la vecinal El Pozo, donde en las últimas semanas se realizaron reuniones con los vecinos por “el tema de la Línea 2”.

La marcha partió a las 13 desde el ingreso al barrio y se dirigió por bulevar hasta calle San Jerónimo para llegar a Salta y 1º de Mayo, donde está el Concejo Municipal. Allí, llegó a la sesión del recinto con la expectativa de que los ediles reciban a los vecinos y traten el tema sobre tablas.

Desde la transformación de la línea en metropolitana y la extensión de su recorrido hasta la ciudad de Rincón, los reclamos de los vecinos del barrio se multiplicaron: “Se prolongaron las esperas y a veces tenemos que aguardar una hora para poder subir al colectivo”, contó Elsa. Griselda Sguazzini, otra vecina del barrio, agregó que “el tema no es la frecuencia, sino que vienen llenos y no paran. Pasan con las puertas cerradas porque ya no tienen lugar para más pasajeros”.

Los vecinos coinciden en que el cambio de recorrido convirtió a El Pozo en un punto intermedio entre el microcentro santafesino y Rincón, y que el mayor problema se evidencia de regreso al barrio. Así, en la reunión del martes pasado decidieron marchar en caravana para “reunirnos con los concejales que nos visitaron varias veces -destacó Santa Cruz-. El tema es que hasta ahora no tenemos una solución”. También el subsecretario de Transporte de la Municipalidad de Santa Fe, Sergio Ludueña, se reunió con los vecinos el viernes pasado y se comprometió a trasladar sus inquietudes al intendente.

Al límite

En el petitorio que tenían previsto presentarle a los ediles, los vecinos proponen una solución: que la Línea 2 vuelva a tener su parada en El Pozo, tal como en los últimos 25 años.

Ludueña remarcó que “tal como dijo el intendente cuando hizo el anuncio, estamos en un período de transición, de evaluación de los cambios”. A veinte días del nuevo recorrido, “recién en estos días tenemos los primeros datos objetivos de las modificaciones”.

El municipio realiza su análisis mediante el monitoreo satelital de los coches y los controles de carga de las tiqueteras de los colectivos. En base a ellos, el funcionario reconoció que los datos refuerzan los reclamos de los vecinos: “En horarios pico se trabaja al límite de la capacidad del servicio. Estamos analizando qué ajustes podemos proponer. Recién ahora tenemos datos objetivos del funcionamiento”.

Ludueña reconoció a este diario que conoce las inquietudes de los vecinos. De todos modos, expresó que “no encontramos que haya relación entre la prestación del servicio con la reubicación de la parada. No hay ningún dato objetivo que indique o recomiende devolver la parada adonde estaba”.