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El comienzo del Mundial Brasil 2014, en apenas tres meses, es el principal aliciente que tienen los fabricantes de televisores que saldrán al mercado a ofrecer equipos con tamaños que van desde las 32 hasta 70 pulgadas. Con ellos, prevén incrementar su ventas en alrededor de 15% durante el primer semestre del año.

"Los precios pueden ir de $5.000 a $50.000", según el tamaño del televisor, su categoría y los contenidos que ofrezca, dijo a Télam Rita Barbieri, product manager de TV de la empresa coreana LG, quien sostuvo que la venta de televisores en el primer semestre puede llegar a subir entre 10% y 15% si se la compara con el mismo período de 2013.

Por su parte, Gabriel Gruner, CEO de TP Vision –joint venture entre Philips y TPV– para la Argentina, Uruguay y Paraguay, consideró que los televisores más demandados para ver el mundial serán los de 32 pulgadas, con un precio sugerido al público en torno a los $4.000 y destacó que "la tendencia del público se da en demandar televisores de más pulgadas".

Los cuatro grandes jugadores en materia de producción de televisores en la Argentina son Philips, Samsung, Sony y LG. El 97% de los televisores comercializados en la Argentina se produce en Tierra del Fuego, mientras que el 70% de las piezas que los componen son de origen importado.

Ezequiel Brusco, gerente de marketing de la unidad de TV de Sony, dijo que "el aumento de venta no es anual, sino que la temporalidad es diferente. La gente anticipa la compra en el primer semestre. Estimo que la concentración será de un 62% en los primeros seis meses".

En materia de financiación, Brusco dijo que los pagos pueden ser de 6 y 12 cuotas y que se encuentran en tratativas para "extenderlos en hasta 18 cuotas".

Gruner dijo que Philips ofrece televisores de tamaños que van de las 22 a las 55 pulgadas. "En Tierra del Fuego tenemos una planta con nivel de producción en línea con las fábricas más avanzadas del mundo", explicó.

Detalló que "más de la mitad de lo que se produce es Smart TV con acceso a internet y a contenidos globales y locales a través de aplicaciones".

Dijo que luego de la corrección cambiaria de enero, en febrero se redujeron los planes de financiación en cuotas, pero ahora, en marzo "están volviendo" a ofrecerse aunque no de manera "homogénea". Estimó que "la demanda se sostiene a través de las cuotas".

Los fabricantes además dieron cuenta de la "migración" que se registró en la industria desde 2010, cuando se celebró el anterior Mundial, hasta hoy. Mientras que para el aquel momento se producía un crecimiento incipiente de la TV de pantalla plana y los LCD, ahora es la época de los LED con acceso a internet y con tecnología 3D.

En el primer cuatrimestre del año 2010, antes de que se jugara el torneo de fútbol, la venta de televisores LCD en la Argentina se incrementó 320% en comparación con el mismo período de 2009.

En ese momento se ofrecían planes de hasta 50 cuotas sin intereses para comprar un televisor LCD, es decir que quienes adhirieron a esa propuesta y tuvieron su televisor nuevo para mirar el Mundial 2010, terminarán de pagarlo antes de que empiece el Mundial en Brasil, en junio próximo.

En materia de innovaciones tecnológicas, el representante de Philips dijo que "lo más fuerte son los desarrollos de aplicaciones Smart. Algunas son locales y exclusivas de la marca", expresó.

El empresario dijo que los televisores no se fabrican en función a los gustos de un país, sino que en el mundo se registran avances y la empresa decide traer y adaptar ese desarrollo global a las necesidades locales. "El avance va más rápido que el deseo", reflexionó.

"Nosotros vamos a Holanda, donde está la casa matriz y ahí vemos que hay en tendencias para 2015. La novedad son los televisores curvos, que también se muestran en ferias especializadas. Son apuestas. Algunas son exitosas y otras no", se sinceró.

Barbieri, de LG, dijo que su empresa es la única que produce localmente televisores de 60 y 70 pulgadas, mientras que las demás marcas llegan a 55 pulgadas. "También importamos un televisor de 84 pulgadas que viene de Corea", describió. La ejecutiva sostuvo que las opciones del público para el Mundial "dependen de los bolsillos" de los consumidores.

Los precios, "iguales o más bajos" que en diciembre de 2013

A pesar de la devaluación del peso en los primeros meses del año, fuentes del sector empresario sostuvieron que los precios de las TV serán iguales o inferiores a los valores vigentes en diciembre pasado, debido a la mayor producción de equipos que prevén los fabricantes.

"Los de los equipos LCD y LED van a estar iguales o más bajos", señaló el titular de la Asociación de Fábricas Argentinas Terminales de Electrónica (Afarte), Alejandro Mayoral.

Sólo en Tierra del Fuego el año pasado se produjeron 3.328.253 televisores, frente a los 2.968.917 de 2012 y los 2.712.236 equipos de 2011. En enero, según los datos de Afarte, la producción alcanzó los 210.093 equipos. La primera vez que los televisores LED superaron en cantidad de unidades vendidas a los LCD fue en 2012.

Según diferentes analistas del mercado "todo lo que se produjo localmente de televisores en el año 2013 se vendió el año pasado".

La expectativa está puesta en la continuidad de los créditos que, sumado al incentivo del recambio generado por la Copa Mundial de Fútbol, permitirá colocar los nuevos modelos.

El televisor LED de 32 pulgadas es "el caballito de batalla", para el mercado, y de hecho a esta altura ya se observa que el LCD de 32 se ofrece hoy al mismo precio que en 2010 para el Mundial de Fútbol que se jugó en Sudáfrica, cuando se vendía por entre $3.600 y $4.300.

Ya a mediados del año pasado los fabricantes locales preveían un incremento de la producción. BGH, Newsan (para Noblex), Migror (para LG) y Fapesa (para Philips) previeron incrementos de la producción en las plantas que tienen instaladas en Tierra del Fuego, desde donde las empresas promueven el "desarrollo de más proveedores" para alcanzar una mayor "eficiencia en todas las etapas de producción", comentó el gerente de Newsan Fabio de la Mata.

La producción de televisores registró en la última década una aceleración, que trajo aparejada una reducción en el tiempo de salida de los nuevos modelos, que paso de seis años a cuatro.