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El Ellis Park se vistió de gala para albergar el partido decisivo de la segunda edición del Rugby Championship y Sudáfrica y Nueva Zelanda regalaron un partido épico que quedará grabado en la historia. Terminaron imponiéndose los All Blacks por 38-27 y se consagraron campeones por segundo año consecutivo.

Los Springboks tenían una remota chance de arrebatarle el título a su rival, pero para eso debían ganar y no permitir que los de negro sumaran siquiera un punto bonus. En un duelo de resultado cambiante, hubo emoción e incertidumbre, ya que el local dominó la primera parte y hacía presumir que se venía un partido cerrado.

Sin embargo, los All Blacks lograron imponerse en el duelo entre los dos mejores del certamen. Ya antes del cierre de la primera etapa, lograron marcar tres tries y, al margen del resultado, eso ya los dejaba al borde del título. Luego, en la segunda etapa, el local empezaría a dejar algunas grietas en defensa en pos de ir por la victoria y eso, ante el equipo más poderoso del mundo, se paga muy caro.

A los 20 minutos del segundo tiempo, cuando estaban nuevamente abajo en el marcador, los All Blacks llegaron al try a través del apertura suplente, Beauden Barrett, y con eso ya eran campeones. Quedó tiempo para que ambos siguieran exhibiendo lo mejor de su rugby y para que coronaran una noche que quedará en la historia del rugby.

Fue una gran victoria de Nueva Zelanda, que se adueñó de nuevo del Rugby Championship y que ratificó, con seis victorias en seis juegos ante los rivales más fuertes del Hemisferio Sur, que es el mejor equipo del mundo.