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El Colegio de Abogados de Santa Fe reitera su posición respecto del estado actual de la selección de magistrados y funcionarios judiciales para la Provincia de Santa Fe. Lo hace en un comunicado que a continuación se transcribe:

Desde el año 2008 venimos señalando que el actual sistema, pese a su denominación, no constituye un verdadero Consejo de la Magistratura como órgano plural en el que se diseña la política para la selección de magistrados, con la participación efectiva de las entidades involucradas en el servicio de justicia, partiendo de definir previamente cuál es el “perfil de juez” que queremos para nuestra Provincia.

El actual esquema de concursos, en base a reglas dictadas por el Poder Ejecutivo Provincial, con un perfil de juez de neto corte academicista, viene siendo puesto en tela de juicio no sólo por los Colegios de Abogados, sino por otras instituciones vinculadas al quehacer judicial.

Respecto al desplazamiento del Presidente del Consejo de la Magistratura sostenemos que el cambio de un funcionario no va a solucionar la problemática, porque lo que hay que remediar es el sistema impuesto por el Poder Ejecutivo, que, en la práctica, en modo alguno se ha "autolimitado" en su facultad de designar jueces, manteniendo un esquema que impide la participación de quienes nos consideramos actores centrales de la actividad judicial.

Reivindicamos la existencia de un jurado independiente, e insistimos en definir el perfil del juez de la democracia como aquella persona que, además de estar dotado de sólidas cualidades intelectuales y morales, tenga disposición plena en favor del servicio de justicia, esto es, verdadera vocación de trabajo, por lo que entendemos que el manejo actual del sistema atenta contra su calidad institucional.

Numerosos son los matriculados que manifiestan su disconformidad con el sistema imperante, y ello se refleja en dos cuestiones palmarias: el poco interés en participar de los concursos como postulantes, por temor a ser injustamente desplazados y como jurados, por la responsabilidad que ello conlleva y la cantidad de impugnaciones que se verifican en cada concurso.

Por eso, a más de veinte años de su primera experiencia en nuestra Provincia, se torna indispensable contar con una herramienta institucional seria y respetable. De otro modo, siempre la cuestión va a depender de los criterios que apliquen quienes tengan a su cargo el gobierno. Consecuentemente, el perfil del juez y las pautas para su selección, serán frágiles,  subjetivas y transitorias.

Por lo demás, reiteramos que el examen de oposición debe primar sobre aquellos aspectos que valoran únicamente la publicación de libros, obtención de títulos por cursos, jornadas, postgrados, o simplemente muchos años de antigüedad como abogados -dentro o fuera del Poder Judicial- que definen un perfil de juez no compatible con los requerimientos de la sociedad santafesina.