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 Los bancos locales nucleados en Visa terminaron de darle forma al nuevo límite que impusieron sobre los usuarios que realizan extracciones en dólares por cajero cuando viajan al exterior. En los resúmenes de cuenta que llegan a sus domicilios, los clientes ya pueden percibir un límite de $ 2.000 mensuales (unos u$s 380) que fue establecido para "adelantos".

La última vez que lo habían hecho había sido en octubre pasado, a pedido del Banco Central, cuando decidieron fijarlo en los u$s 1.500 mensuales para los usuarios del segmento de renta baja (unos $ 8.000). Esta vez, apurados por lo que consideraron una "presión mediática" del organismo oficial, redujeron ese límite mensual a un cuarto de su nivel anterior, para el segmento medio y bajo. El nuevo tope quedó explicitado en los resúmenes de cuenta bajo el concepto de "adelanto", junto a los límites que suelen declararse para la compra y la financiación con el plástico.

La restricción es bastante más estricta que la que había trascendido en el mercado en los últimos días. Y será, según pudo confirmar este diario, bastante más exigua para los países limítrofes (Chile, Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay), en donde el Gobierno dice detectar las mayores inconsistencias. En la operadora de tarjetas de crédito prevén reducir ese límite a un nivel que podría ser hasta cuatro veces más bajo cuando se viaje a la región.

El resto de las medidas que están adoptando los bancos tienen que ver más con la vigilancia que realizarán sobre los propios usuarios.

En el organismo de Mercedes Marcó del Pont admiten que el retiro por ese concepto alcanzó, sólo entre enero y marzo de este año, un total de u$s 120 millones. Y consideran que dejó una "clara evidencia de la intención de atesorar divisas" que tenían muchos de los clientes que mencionan en las cartas, a pesar de que, según su versión, esta vía de financiamiento en dólares está destinada hoy sólo a gastos de turismo y viajes.

A partir de esto, el Central desglosó la semana pasada una lista de 200 turistas que retiraron más de u$s 10.000 en efectivo de cajeros del exterior, en sólo tres meses, y que incluyó a los propios directivos de los bancos extranjeros y nacionales. Lo hizo en las cartas que envió a doce entidades locales para exigirles una explicación sobre las extracciones en dólares que se realizaron durante el primer trimestre.