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 Emanuel Brítez habló de lo que fue su primer partido en Primera, en el que debutó ante Arsenal de Sarandí. El jugador de Unión fue noticia porque le metió la mano en la cola a Pablo Lugüercio y lo hizo expulsar por primera vez en su carerra, aunque lejos de mostrarse arrepentido, fue por más y aseguró que lo volvería a hacer, porque el fútbol es para los vivos.

"Son manias que tiene uno, en Reserva no lo hacía pero tenías otras cosas para enojar al rival. En este caso nos veníamos hablando con Lugüercio, pero no lo hice de malo", explicó el joven futbolista, quien admitió que tiene otros recursos a la hora de provocar al adversario. "Pegar una cachetada en la nuca tal vez", dijo el jugador \\'tatengue\\', quien aprovechó para contar sobre el corte que tenía y por el que lo expulsaron al delantero de Arsenal. "Me pegó en el pecho él, pero la sangre fue de una jugada anterior en la que me dio en la nariz sin querer y me quedó de ahí. Tal vez, el árbitro creyó que era de su reacción".

Después, cuando se le consultó si se arrepentía, manifestó: "Como se fue Lugüercio me arrepentí, pero capaz que lo volvería a hacer, aunque depende del partido. En cuanto a la sanción, no creo que sea para tanto, pero igual los árbitros te empiezan a conocer más y no es lo mismo Reserva que en Primera. Sin embargo, considero que en el fútbol vale todo porque es para vivos y que alguna que otra mania vale", afirmó de manera clara el futbolista que también opinó de la jugada de Fabián Santa Cruz a Juan Román Riquelme, quien también se enojó y fue expulsado por primera vez en su carrera. "La ví por televisión y ahora la veo porque la dan a cada rato, pero fue una mania del de Banfield", cerró el joven jugador del "Tatengue".