La historia comienza en el año 2000, cuando los cinco hermanos fueron separados. Adán, el mayor (8 años), recuerda el dolor: "Me destrozó, porque ellos eran mi responsabilidad". Mientras él quedó con un tío, Graciela (7), Norma (5), Carlos (4) y Marcelo (2) fueron llevados a la Casa Cuna.
"Esa noche estaba lloviendo, se cortó la luz y los vecinos escuchaban cómo llorábamos", relató Norma. Adán conservó como único recuerdo la camiseta de Colón de Carlos: "Era lo único que me quedó de él. La guardé todos estos años".
Durante años intentaron encontrarlos: "Poníamos sus nombres en Facebook, con nuestro apellido, pero no aparecía nada", contó Graciela. Todo cambió cuando Adán contactó a la Secretaría de Derechos Humanos.
Andrea, la trabajadora social que los acompañó, se convirtió en su apoyo: "Ella fue como nuestra madrina. Nos guió en cada paso", agradeció Norma. El equipo rastreó archivos y expedientes hasta encontrar a Carlos en Tucumán.
El reencuentro con Carlos fue emocionante. Su padre adoptivo lo contactó: "Le dijeron: 'Son tus hermanos, te están buscando'", recordó Graciela. Carlos, que siempre supo que era adoptado, no dudó en responder: "Cuando nos vimos, fue como si el tiempo no hubiera pasado".
Adán cumplió su promesa: *le devolvió la camiseta de Colón. *"Se la dije: 'Esto siempre fue tuyo'", dijo con emoción.
*Los que faltan: "Ojalá nos escuchen"*
Los que faltan: "Ojalá nos escuchen"
Aún esperan a Marcelo y otro hermano (cuyo nombre no revelan). "Sabemos que están en Santa Fe. Ojalá se animen a contactarnos", pidió Norma.
Graciela agregó: "No queremos molestar, solo que sepan que hay una familia que los espera con los brazos abiertos". Incluso bromearon: "Cuando los encontremos, nos sacaremos una foto todos con la camiseta de Colón".
"Estamos sanando"
Norma lo resumió: "Tenemos una herida que por fin está cerrando. Cada reencuentro nos cura". Y aunque la historia aún no termina, la camiseta de Colón sigue siendo el símbolo de su unión.