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 No hay paz para San Lorenzo: como si fuera poco la derrota por 2 a 1 que sufrió ante Atlético Rafaela sobre el final del encuentro, los problemas continuaron fuera del estadio Monumental y cuando el plantel del "Ciclón" se preparaba para abandonar las instalaciones del mismo. Al mismo tiempo que la delegación visitante se ubicaba en los asientos del micro que los sacaría del lugar, los hinchas locales rodearon al vehículo y comenzaron a hacer los tradicionales gestos de burla y cargada hacia un elenco comprometido con los promedios.

¿Qué pasó entonces? Con el dolor y la bronca todavía latente por una nueva caída en el Clausura, los futbolistas decidieron reaccionar y "hacer justicia por mano propia". Bajaron todos del transporte en cuestión y se tomaron a trompadas con los espectadores que estaban en el lugar. Sí, aunque cueste creerlo, Pablo Migliore, Néstor Ortigoza, Carlos Bueno y compañía respondieron de la peor manera posible y sin dar el ejemplo, con choques cuerpo a cuerpo con los simpatizantes del cuadro que hizo las veces de anfitrión.

La Policía intercedió en el conflicto y trató de separar a las partes, incluso empujando a varios de los protagonistas del "Cuervo", que mañana podría ser igualado por Tigre en la tabla de los promedios. La tensión y la locura se apoderó de la escena por un lapso cercano a los 10 minutos, hasta que lentamente se fue retomando la calma en el lugar.

El micro estuvo demorado por los incidentes y no pudo salir con la rapidez que hubiesen deseado todos. En qué quedará este hecho es la gran incógnita porque lo ocurrido fue grave y dejó al descubierto la locura que envuelve al fútbol argentino.