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Un cargamento de reptiles y quelonios de diversas especies y tamaños fue incautado el jueves por el personal de Gendarmería Nacional que está apostado en la ciudad de Ceres, en el departamento San Cristóbal. En un colectivo de línea, que viajaba desde Salta a Retiro, fueron hallados alrededor de 480 animales silvestres, entre tortugas, lagartos y víboras de diversas especies.

“Es un caso inédito por la cantidad de reptiles, y más en un servicio de transporte público”, dijo con asombro el guardaparques provincial, Daniel Chersich. “Pensá que son muy, muy grandes, de hasta 1.80 y 1.90 metros” de longitud. “En 18 años de trabajo jamás vimos una cosa igual” afirmó el guardaparques, todavía sorprendido por la osada maniobra.

En pantalones y remeras

El hallazgo se debió a un control de rutina que realizaba personal de la Sección de Seguridad Vial “Ceres”, perteneciente al Escuadrón de Seguridad Vial “Rafaela”, en inmediaciones de la estación de peaje de la Ruta Nº 34. Los gendarmes subieron al micro poco antes de las tres de la madrugada y se encontraron con que uno de los pasajeros llevaba dos bolsos entre las piernas en los que transportaba algo que se movía.

Grande fue la sorpresa de los efectivos cuando al abrir los bultos advirtieron la presencia de los reptiles, que buscaban en vano la libertad.

Pero al revisar la bodega, encontraron cajas con más animales, que iban camuflados en las piernas de pantalones vaqueros, anudados con alambre en una punta; y en camisetas de fútbol anudadas, muchas de las cuales se habían desatado durante la marcha.

Tráfico ilegal

Según expresó Gendarmería en un parte de prensa “los reptiles y animales de fauna silvestre fueron incautados ya que su propietario los trasladaba sin documentación que avale la legal tenencia y traslado, encontrándose en infracción a la Ley Nacional Nº 22.421 (Flora y Fauna Silvestre) y Ley Provincial y de Medio Ambiente Nº 4.830”.

La persona que transportaba los reptiles es oriunda de La Matanza, provincia de Buenos Aires, no era un improvisado en la materia, sino que “sabía muy bien qué era lo que hacía”, dijo Daniel Chersich. Estuvo demorado hasta las 9 de la mañana de ayer, y según se cree formaría parte “de una red bastante importante de tráfico de fauna”, destinada a la “venta de mascotas” o como “venta ilegal al exterior”.

No son venenosas

En un primer informe de Gendarmería se detalló que el total de reptiles y quelonios rondaba los 250; pero tras la intervención del especialista, avezado en estas cuestiones, se logró realizar un conteo detallado, que elevó exponencialmente los números.

En realidad había “186 tortugas de tierra, 26 lagartos colorados o iguanas overas, 59 boas, 185 culebras, 36 falsas corales y 1 tatú mulita”. Sólo 3 reptiles estaban muertos y ninguna de las víboras era venenosa.

El especialista pidió colaboración a la Dirección de Prevención de Adicciones de la Unidad Regional XII para clasificar las víboras y “en la cuenta en realidad la cantidad aumentó en gran medida”, resumió.