Esas variantes no incluyen, al menos hasta hoy, que el gobernante sea sacado del cargo por tropas internacionales, por lo que se propician iniciativas como dotar de más armas a los rebeldes.
También aceptaron crear un grupo de contacto para coordinar esfuerzos políticos y dijeron que el Estado árabe de Qatar acordó convocar a la primera reunión de este órgano tan pronto como sea posible.
La conferencia en la capital británica, que contó con la presencia de más de 40 delegaciones de gobiernos y organismos mundiales, aunque sin la Unión Africana, Rusia ni China, concluyó que debe continuar la ofensiva militar, con el argumento de evitar la muerte de civiles a manos de las fuerzas de Gadafi.
El ministro de Exteriores británico, William Hague, afirmó que durante la reunión hubo acuerdo en que Gadafi "perdió totalmente la legitimidad" y agregó que deberá enfrentar a la justicia por las acciones que sus adversarios le imputan.
También confirmó que se aplicarán restricciones y sanciones a Libia, país rico en petróleo y territorio en disputa entre europeos antes y durante la Segunda Guerra Mundial, y que se actuará para prevenir el abastecimiento y operaciones de "mercenarios".
Hague dijo que el grupo considerará, tanto en la ONU como a través de organizaciones regionales, imponer más sanciones a Libia, y confirmó que se tomarán medidas provisionales de carácter humanitario para asistir a al menos 80.000 personas desplazadas por la guerra civil.
"La población libia debe ser libre de determinar su propio futuro", afirmó el canciller.
Mientras tanto, los rebeldes prometieron que crearán un estado "democrático y libre" si logran ganar el poder en Trípoli.
En su ponencia inaugural, el primer ministro británico, David Cameron, acusó a los simpatizantes de Gadafi de "ataques asesinos" contra la población de Misrata, la tercera ciudad de Libia.
La secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, afirmó que los ataques militares de las potencias continuarán hasta que Gadafi cumpla con las demandas de la ONU, el cese de la violencia y el retiro de tropas de las ciudades "ocupadas", es decir, las que arrebató a los opositores armados.
"Debemos continuar incrementando la presión y profundizar el aislamiento del régimen de Gadafi a través de otros medios también", destacó Clinton, y eso incluye "crear un frente unido de presión política y diplomática que deje en claro que Gadafi debe irse".
Clinton aceptó que la ofensiva militar por sí sola no forzará a Gadafi a abandonar un cargo en el que lleva 42 años, y subrayó que por ello es necesario imponer más sanciones.
Tanto Gran Bretaña como Estados Unidos mencionaron cuatro prioridades para Libia: un acuerdo para mantener la ofensiva militar, presiones diplomáticas y económicas a Kadafi, un aumento de la ayuda humanitaria a los pueblos y ciudades afectadas por la guerra y el comienzo de un "proceso político"para el país.
En ese sentido, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, declaró ante los delegados que encabezará los esfuerzos para coordinar una salida pacífica para Libia.
"La transición a un gobierno y una sociedad democráticas llevará tiempo y necesitará del apoyo de todos nosotros.
Naciones Unidas está lista y dispuesta a ayudar a la población de Libia en esta transición", destacó.
Antes del inicio de la conferencia, el Consejo Nacional, organización que reúne a una parte de la oposición a Gadafi, pidió en un comunicado que se conforme un estado "moderno, libre y unido".
Ese grupo afirmó que luchará por una nueva constitución que establezca "un marco legal, político, civil, legislativo, ejecutivo y judicial" en una Libia sin Gadafi y dijo que el petróleo del país debe ser utilizado "para el beneficio de toda la población".
El consejo llamó además a la formación de organizaciones civiles y partidos políticos, sindicatos, sociedades y otras asociaciones.
Mahmoud Jebril, jefe del Consejo Nacional con sede en Bengasi, mantuvo en Londres reuniones con Cameron y Clinton.
En tanto, Italia presentó una propuesta para un acuerdo político que ponga fin a la guerra, incluido un alto al fuego inmediato, el exilio de Gadafi y un diálogo entre los rebeldes y dirigentes tribales.
El ministro italiano de Relaciones Exteriores, Franco Frattini, señaló que había "unanimidad" entre los participantes en la conferencia sobre Libia celebrada en Londres para decir que el líder libio Muamar "Gadafi debe abandonar el país".
"Se alcanzó un consenso. Los participantes en la reunión dijeron unánimemente que Gadafi debe abandonar el país", dijo Frattini a la AFP.
"A partir de ahí, depende de qué país pueda ofrecerse para acoger a Gadafi", subrayó el ministro. "No hay todavía una propuesta formal, ningún país la ha formulado, ni siquiera los africanos que tal vez estén dispuestos a hacerlo", dijo.
El comunicado oficial de la conferencia no menciona en ningún momento un posible exilio de Gadafi.
Preguntado sobre un posible plan de exilio en la rueda de prensa posterior, el jefe de la diplomacia británica, William Hague, repitió que el líder libio debe rendir cuentas ante la Corte Penal Internacional (CPI), pero no lo descartó.
Hoy - Cónclave en Londres
Martes 29 de Marzo de 2011 - 20:25 hs
La coalición mantendrá la misión hasta que Gadafi abandone Libia
Un grupo de más de 40 países conducidos por potencias occidentales decidió en Londres continuar la intervención bélica en Libia, en una reunión en la que se examinaron variantes para sacar del poder al gobernante de ese país, Muamar Gadafi.