Se jugaban 50 minutos del segundo tiempo cuando Carlos Izquierdoz derribó a Juan Portillo. El árbitro Yael Falcón Pérez cobró falta fuera del área y expulsó al defensor de Boca por doble amonestación, pero segundos después el VAR lo llamó para advertirle que la infracción podía ser dentro del área. Tras chequearlo un par de minutos, los árbitros de Ezeiza confirmaron que la infracción merecía la pena máxima.
Franco Troyansky se hizo cargo de la ejecución y remató de zurda cruzado, pero Javier García lo adivinó y contuvo el disparo que le significaba un punto al Xeneize. El VAR volvió a llamar a Falcón Pérez y le confirmó que el arquero de Boca se había adelantado y el penal debía ejecutarse nuevamente. Troyansky volvió a patear pero esta vez lo cambió por gol y desató la locura en el banco de Unión, que se llevó un triunfazo de La Bombonera.
Luego del partido en diálogo con LT10, el jugador pidió disculpas: "Quiero pedir disculpas si se lo tomaron mí, fue un desahogo, volví al club después de mucho tiempo y volví a convertir. Solo mostré la camiseta, nada en contra de nadie, fue un desahogo personal, hacía mucho que no convertía y no jugaba. Para nosotros estos puntos eran muy importantes".
"En el segundo penal sabía que se iba a quedar parado. Venimos teniendo una semana muy buena y viene un cruce muy importante, esto nos da un empujón anímico muy bueno" amplió.
Luego dijo: "Le agradezco a Unión que me abrió siempre las puertas de la mejora manera, me siento muy identificado y voy a dar todo por el club".