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El ministro de Salud, Miguel Ángel Cappiello, encabezará mañana en la ciudad de Santa Fe la inauguración de las obras de remodelación de la Residencia para Madres del Servicio de Neonatología del hospital Iturraspe. La actividad comenzará a las 10 y se realiza en el marco de las actividades en conmemoración del centenario del nosocomio.



Además, estarán presentes el director del efector, Edgardo Monteverde; el subdirector, Manuel Astudillo; integrantes del Consejo de Administración, jefes de servicio, equipos médicos y de enfermería y comunidad hospitalaria.



Luego de la inauguración y recorrido por la nueva residencia, autoridades e invitados especiales asistirán a la conferencia “Maternidades seguras y centradas en la familia”, que dictará el médico pediatra neonatólogo Miguel Larguía y la psicóloga María A. González.

Larguía es actualmente jefe de la División Neonatología de la Maternidad Sardá, primer hospital Amigo de la Madre y el Niño en la Argentina acreditado por el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y la Organización Mundial de la Salud (OMS).

También es director de la residencia médica post-básica en neonatología de la Universidad de Buenos Aires, fundador y ex presidente de la Asociación Argentina de Perinatología y presidente de la Fundación Neonatológica para el Recién Nacido y su Familia.

Las obras que quedarán habilitadas incluyeron pintura y adecuación edilicia de la Residencia para Madres, provisión de horno microondas, mesas y sillas para funcionamiento de un salón de usos múltiples

Tendrá capacidad para alojar a 25 madres en sus camas con provisión de las cuatro raciones diarias y consultorio de seguimiento del recién nacido crítico y cumplimiento con la normativa de otoemisiones acústicas en el 100 por ciento de los recién nacidos.

En relación a los objetivos de la Residencia para Madres, el jefe del Servicio de Neonatología del hospital Iturraspe, Fernando Redondo, destacó que “están orientados a ayudar a la madre y a su familia a superar la crisis del nacimiento de un bebé prematuro o con problemas”, en el marco de las acciones que llevan adelante las voluntarias denominadas “Mamá corazón”. Este grupo brinda contención y realiza tareas relacionadas a la organización de la residencia, como la entrega de pañales, ropa y juguetes a cada una de las madres allí alojadas, al tiempo que el equipo de profesionales de la Salud está atento a todos los requerimientos.

Apunta, además, a facilitar el ingreso irrestricto de las madres a la Unidad de Cuidados Intensivos de Neonatología (Ucin), al estar alojadas en un lugar cercano a donde esta el bebé internado.

Redondo indicó que “un elemento que favorece el vínculo madre-hijo-institución es la política que lleva adelante el hospital, que intenta priorizar el contacto y la relación afectiva del recién nacido y su familia”. Por eso se permite el ingreso irrestricto de madres y padres, y la visita programada de abuelos y hermanos, además de que el espacio está equipado con un desarrollo tecnológico de primer nivel.

“Además –continuó–, permite detectar situaciones de riesgo. Se hace mayor hincapié en madres adolescentes y casos de abandono, maltrato o depresión post-parto”. A tal fin, se efectivizan intervenciones a través de pedidos de interconsultas del equipo de profesionales, integrados por psicólogos, asistentes sociales, psicopedagogía, terapia ocupacional, entre otros.

Entre las actividades que se realizan en la residencia, está incluida la capacitación a las madres que ingresan para que puedan participar de los cuidados del bebé. Se les brinda información sobre la importancia-beneficio de la lactancia materna, charlas informativas a padres de prematuros a cargo de médicos, psicólogas y de las voluntarias Mamá Corazón para estimular el contacto piel a piel y la estimulación regulada.

La labor que se realiza en la Residencia para Madres contempla, además, la provisión a las madres que se encuentran alojadas de las cuatro raciones diarias de comida, que son entregadas en el lugar, para mejorar la organización de la atención al niño internado, procurándose incluirlas en un programa para completar la educación primaria formal certificada con el funcionamiento de una escuela dentro del establecimiento.