La cantera de Santa Fe RC brinda grandes talentos. El Santa cuenta con un plantel joven y con mucho sentido de pertenencia. Tiene varias jóvenes que van por el camino de consolidarse en Primera. Vienen trabajando a conciencia y la apuesta seguirá por ese lado.
Pilar Benavides tiene la fiereza necesaria para marcar y, cuando tiene la bocha, lo hace con la cabeza levantada buscando al compañero mejor ubicado. Ella tiene impregnada la identidad del juego “santa”. Jugadora con sacrificio y entrega, actitud irreprochable, carisma y humildad. Su potencial le permitió ascender y hacerse un lugar en Primera. Surgió con fuerza y creció en base a su sacrificio, haciendo valer su lectura de juego. Así es Pilar Benavides.
Un camino lleno de ilusiones
Sobre sus primeros pasos en el mundo del hockey, Pili contó que “Mi papá jugaba al rugby en el Santa y me llevó al club desde muy chica. Arranqué a los 4/5 años a meterme en las prácticas”. En su corta pero exponencial carrera, se apasionó por el club. “Me gusta mucho el sentido de pertenencia que se logró, no solo en plantel superior, sino en las inferiores, infantiles, y hasta en los padres y entrenadores. Es una gran familia”, sostuvo Benavides.
La volante, destacó la enseñanza y mentalidad que se desarrolla en Santa Fe RC donde existe una profunda simpatía, empatía y vinculación completa y absoluta de compromiso común hacia la institución y el deporte. “Se estuvo trabajando, hace ya unos años, en transmitir a las más chicas la importancia del esfuerzo y el sacrificio por el deporte, por el club y por las compañeras. Lograron que se entienda que no es sólo un deporte, que es una responsabilidad que cada una elige asumir, y que además de disfrutarla, hay que buscar superarse día a día, desde lo individual hasta lo colectivo. Cada uno aporta desde donde puede y quiere”.
Además, al ser consultada por su crecimiento, explicó que “Estoy en un proceso y una etapa de mucho aprendizaje, desde lo deportivo hasta ciertas cosas que te van enseñando los que más experiencia tienen para poder crecer como jugadora. En el club hay mucha gente que cuenta con enormes conocimientos para enseñar, y que se encargan de transmitirlo a las jugadoras más chicas. Todo está siendo muy positivo. Es justamente un proceso, y lo importante es poder ir superando todas las cosas que no salen para así aprender y crecer”.
Pilar hace su propia definición y resaltó la versatilidad en el juego exhibido. “Jugué en varias posiciones. Eso depende mucho de la mirada del entrenador y lo que el equipo necesite en ese momento. Está bueno poder adaptarse y es un desafío cada vez que eso pasa”.
Una nueva etapa
La mediocampista del “santa” analizó el salto desde las formativas a plantel superior. “Son dos períodos muy distintas. Hay jugadoras que les cuesta menos y a otras un poco más de tiempo, depende de muchos factores. En lo personal, lo único que me sirvió fue entrenar mucho para poder tenerme confianza en la cancha, y además, siempre es bueno tener gente al lado que te banque aunque a veces no te salgan las cosas, y que no te deje bajar los brazos”.
Sabe reconocer la sabiduría de sus actuales compañeras. Entre todas las jugadoras de la primera, siguió a varias como referentes. “Luti Patrizi o Pupi Traverso, también Flor Gorla, porque jugaban en las posiciones que a mi me gustaban y era a las que más les prestaba atención. Me fijaba cómo hacían las cosas y cómo yo podía hacer para que a mi me salgan igual que a ellas”, afirmó Pili.

También, Benavides enumeró a quienes la ayudaron a forjar una técnica y una personalidad que hoy la erigen en una de los más distinguidos valores del campeonato santafesino. “Aprendí mucho de Lorena Martegani y Gonzalo Robaina. Fueron mis entrenadores en mis últimos años en las inferiores. Me enseñaron y me guiaron en un momento de mucho crecimiento, tanto mío como también del que era mi equipo en ese momento. Nos dieron mucha confianza y las herramientas para crecer. En lo personal, siempre me apoyaron y lo siguen haciendo”.
La volante remarcó un momento único que vivió siendo parte del “santa”. “La primera vez que me sentí realmente parte del plantel superior fue en una Liga en Paraná hace tres años. Todavía jugaba en Sub-18, me citaron y jugué muy contenta y comprometida con el equipo todos los partidos. Fue una muy buena experiencia”.
Aires de Cambio
Martín Vich atraviesa su tercera temporada al frente de la línea “tricolor”. Sobre el perfil del entrenador, Pili sostuvo: “Es muy comprometido y dedicado a lo que hace, es algo que como jugadora se nota y hace que sientas la responsabilidad de que ese compromiso sea mutuo. Te enseña, no solo cuestiones técnicas o tácticas, te da herramientas para que uno pueda superarse y mejorar aquello que no sale muy bien. Es muy paciente para explicar todo. Es exigente si sabe que podes dar más de lo que estás dando, y eso es bueno porque te empuja a seguir esforzándote. Nos pide actitud, paciencia para atacar y defender, que juguemos simple y ordenado, y que pensemos bien qué es lo que vamos a hacer antes de soltar la bocha”.
Pilar destacó la gran unión entre plantel y cuerpo técnico. “Martín logró armar un grupo de trabajo, dentro del cual está nuestro PF Gonza Robaina, que hace que juntos puedan trabajar sobre todos los detalles y mantener una buena comunicación y relación con las jugadoras, nos dan la confianza para que podamos hablar ante cualquier situación”.

Por los puntos
Pili enfatizó en el gran trabajo que hicieron en la etapa inicial de este año, a pesar de tener bajas de peso. “Hicimos una pretemporada durísima, fuimos al torneo del Club Italiano en Buenos Aires. Fue muy bueno porque los equipos de allá juegan a otro ritmo y nos sirvió para entrar en clima de juego. Tuvimos muchos cambios en el equipo, referentes como Luti Patrizi, Pupi Traverso, Cande Fornillo no pudieron estar en el torneo Oficial por diferentes motivos, pero el equipo se estaba adaptando muy bien. Ahora, el desafío es no alejarse mucho del hockey, y saber que en algún momento volveremos a jugar”.
A su vez, Benavides se expresó sobre el momento actual que vive a la espera de una nueva oportunidad de salir a escena. Su objetivo parece ser claro: “Tratar de mantener el mismo ritmo de entrenamiento para que esta «pausa» no sea un tiempo perdido y que después no cueste tanto volver a jugar”. Su optimismo con respecto al futuro no paró ahí: “Con SFRC quiero que logremos ser un equipo fuerte y consolidado, que pueda verse en cancha, todo lo que se está entrenando. Y, obviamente quiero que esté en lo más alto”.
