A más de dos meses de iniciado el aislamiento social preventivo y obligatorio por la pandemia de coronavirus, en la mayor parte del país la curva de contagios bajó y comenzaron a reabrirse actividades y a habilitarse las salidas recreativas.
En el caso de la provincia de Santa Fe, se conocieron dos casos en las últimas 24 horas y el total de positivos asciende a 251. Mientras que en La Capital ya van 40 días sin registrar contagios.
La situación más complicada se registra en el AMBA donde los casos siguen en aumento, especialmente, en los barrios más vulnerables.
En este contexto, se comienza a pensar en la salida gradual de la cuarentena en aquellas zonas donde no se registran contagios. Sin embargo, “todavía no hemos llegado a la maduración de la pandemia”, señaló en Al Derecho y Al Revés Adolfo Rubinstein, médico epidemiólogo y ex secretario de Salud de la Nación.
Si bien la cuarentena cumplió el objetivo de detener la propagación del virus. porque además se hizo de manera temprana, “todavía no podemos conocer a ciencia cierta cuál va a ser la evolución de la trayectoria de la epidemia”, indicó.
Probablemente este período de cuarentena haya servido para la preparación del sistema de salud, que es una cuestión “muy importante”.
Además de preparar a la población mentalmente para convivir con una pandemia y acatar todas las medidas dispuestas para prevenir el contagio. Pero Rubistein afirmó que “hay que salir de la cuarentena”.
Pero, sobre todo, comenzar a generar “un plan de salida” que es el “mayor desafío” ya que “no podemos quedar confinados hasta que llegue la vacuna, que probablemente no ocurra antes de un año o año y medio”.
El desafío de salir de la cuarentena
Una de las primeras cuestiones a las que apuntó para salir del aislamiento es tener en cuenta la “segmentación geográfica” y tomar medidas de acuerdo a cómo está evolucionando la epidemia en cada lugar, dependiendo si hay nuevos casos y circulación viral.
En lugares donde no se registran contagios o hay pocos positivos “es muy razonable” que la flexibilización sea mayor. Siempre manteniendo las medidas de contención, como el distanciamiento, el lavado de manos y el uso del tapaboca.
No así, en los lugares donde hay una alta circulación viral como es el Área Metropolitana de Buenos Aires que es en este momento “el epicentro de la epidemia”
Aunque el mayor número de casos se dio en los barrios de emergencia “donde los índices de contagiosidad son enormes” debido a las condiciones de vida.
Salir a “buscar el virus”
En Buenos Aires fueron “a buscar esos casos”, detectar rápidamente los sospechosos, aislarlos y detectar los contactos ya que la mayoría son asintomáticos y la gente no consulta a los servicios de emergencia. Lo que es una estrategia “adecuada y correcta”.
Si bien “no es recomendable hacer test masivos a toda la población” indicó y agregó que sí hay que hacerlo en “las poblaciones vulnerables y con alto nivel de contagiosidad”.
En este sentido señaló que si bien ahora la circulación dentro del país está restringida en algún momento “se tiene que abrir” y hay que salir a “buscar el virus”.
Lo que implica detectar y aislar rápidamente los casos sospechosos, aislar los contactos y con eso impedir la propagación del virus.
La llegada del pico
Respecto a la llegada del pico, Rubinstein fue contundente: si seguimos en cuarentena “el pico no va a llegar nunca”.
En este sentido apuntó a que cuando salgamos el virus va a seguir estando. Es así que el aislamiento permite ganar tiempo, pero “en la medida en que nosotros no lo vayamos a buscar de algún modo no vamos a poder evitar la propagación de la epidemia”.
Por eso sostiene que se debe salir del aislamiento siguiendo las medidas de higiene y distanciamiento y respetando la “segmentación geográfica”.
No obstante, señaló que aún cuando llegue el pico máximo de contagio no cree que tenga “una pendiente muy fuerte” como para que colapse o desborde el sistema de salud.