La familia de Fernando Báez Sosa, el joven asesinado por un grupo de rugbiers a la salida de un boliche en la ciudad balnearia de Villa Gesell, encabezó hoy una marcha frente al Congreso en reclamo de justicia, al cumplirse un mes del crimen.
Casi simultáneamente, en Villa Gesell también este martes se celebraró una misa en el lugar del crimen encabezada por el obispo de Mar del Plata, monseñor Gabriel Mestre.
Santa Fe no estuvo ajena al dolor por el crimen del joven, y varias decenas de ciudadanos se convocaron en Plaza de Mayo, a la misma hora de la marcha central, para brindar su apoyo y reiterar el reclamo de justicia para los casos santafesinos también.
Luis, un vecino de la ciudad, manifestó al móvil de LT10 que "desde Santa Fe acompañamos a la familia de Fernando, soy padre y no me gustaría que pasara con mi hijo una cuestión como esta".
En tanto, Florencia, una de las mujeres que se acercó al lugar remarcó: "Queremos pedir justicia por todos los chicos a los que mataron. Acá hay un montón de familias que atravesaron por esa situación. Nos convocamos para que haya justicia y los asesinos paguen por lo que hacen".
Por el crimen están imputados diez jóvenes rugbiers, de los cuales ocho están como "coautores" de un "homicidio doblemente agravado por su comisión por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas".