"Son 15 años pero para mí fue ayer; lo recuerdo todo el tiempo. Las imágenes y lo que se vivió esa noche siempre está muy presente". Quien reflexiona por LT10 es Daniela, sobreviviente del incendio que se desató en República Cromañón el 30 de diciembre de 2004, cuando Callejeros llevaba apenas unos minutos en el escenario.
La joven, de 17 años en ese entonces, había llegado hasta el reconocido lugar porteño de recitales y shows de rock junto a su hermano y amigos. El plan era festejar el fin de año disfrutando de un recital al que acudieron más de 4.500 personas.
Minutos antes de que empiece el show, fue Omar Chabán -gerente y cara visible del boliche-, quien subió al escenario y pidió expresamente que no se encendieran bengalas dentro del lugar cerrado. "Si alguien prende algo, nos morimos todos", dijo Chabán en ese momento y, visto a la distancia, suena a una especie de vaticino de lo que ocurriría sólo minutos después.
"Después presentó la banda, cantaron el primer tema y a los dos minutos se prendió fuego el lugar", recordó Daniela que en ese momento le pidió a su hermano que preste atención al techo ya que el fuego de la bengala que alguien (no se sabe aún quién) encendió la mediasombra que cubría el techo del local y provocó una aureola de fuego justo sobre sus cabezas.
"Fuimos a la salida de emergencia pero estaba cerrada con candado. La gente quería salir por ahí y nos empezaron a aplastar", contó. Fue allí cuando alguien abrió la puerta del lado de afuera y tanto ella como su hermano quedaron debajo de la avalancha de gente que estaba desesperada por salir.
"Quedamos agarrados de la mano y él me decía 'no grites, no llores que vamos a salir', pero ahí lo perdí", relató Daniela que en ese momento perdió el conocimiento y no sabe cómo llegó afuera. Cuando despertó, ya estaba en el hospital Ramos Mejía, donde en los pasillos seguía el caos y las escenas de terror.
Poco a poco se recuperó físicamente, pero las secuelas emocionales continúan hasta hoy y, en parte, se siente culpable. "Nos costó mucho salir adelante, mi hermano dejó de hablar casi un año. Fue muy difícil. En mayor o menor grado, todos tuvimos un poco de culpa: principalmente, me siento un poco culpable por ir a un lugar que no estaba habilitado y no haberme ido, pero tenía 17 años y a mí no me correspondía".
Creo que lo que pasó tiene que servir para que se tome conciencia de lo que puede pasar. Si no nos cuidamos nosotros, no nos va a cuidar nadie", reflexionó Daniela luego de 15 años de una de las mayores tragedias no naturales en Argentina, que dejó un saldo de 194 muertos y al menos 1432 heridos.