María Emilia y Omar se casaron el 28 de septiembre ante todos sus familiares y amigos. Antes se solía presentar una lista de casamiento en algún comercio pero hace años que lo que se estila es el dinero en efectivo o por transferencia bancaria como regalo para los novios. Así fue como presentaron una urna con sus iniciales en la sede del festejo, un salón de fiestas en Tafí Viejo.
El problema se dio cuando los empleados del salón de fiestas pusieron una alcancía falsa para recaudar dinero al lado de la oficial, y juntaron aproximadamente 60 mil pesos que luego repartieron entre ellos.
La estafa fue descubierta por los novios cuando, al abrir la urna que ellos habían puesto en la mesa, notaron que faltaban sobres con dinero de gente muy cercana a ellos. Al parecer, la organizadora del evento "invitaba" a los amigos y familiares de los novios a poner los regalos en la urna falsa cuando ingresaban al salón.
"Pusimos una urna confeccionada por nosotros totalmente sellada, que era imposible de abrir. De hecho nosotros para abrirla tuvimos que romper a la caja. Fue ahí cuando notamos que faltaban los sobres con los nombres de amigos con los que tenemos mucha relación y, con mucha vergüenza, les preguntamos qué había pasado... una situación muy incómoda ", declaró la flamante esposa a radio LV12.
La víctima agregó que “la coordinadora de eventos puso una caja chiquita al lado de mi urna y les decía a los invitados que pusieran el dinero en ese cofre y si por ahí por la cantidad de billetes no entraban, ella misma lo abría para que depositen".
"Ella confesó lo que había hecho. Dijo que era la única responsable; después confesó que fueron siete personas las se repartieron la plata", advirtió.
La historia terminó con el dueño del lugar haciéndose cargo de la situación y devolviéndole a los novios parte del dinero en cuestión. El hombre prometió saldar la deuda cuando los novios regresaran de la luna de miel pero nunca volvió a atender el teléfono.