Los precios del petróleo caían ligeramente este martes tras haberse disparado el lunes como consecuencia del ataque contra instalaciones petroleras en Arabia Saudita que hacen temer una escasez de crudo y una escalada militar con Irán.
El sábado los ataques de drones contra dos plantas petroleras en Arabia Saudita hicieron caer a la mitad la producción de petróleo del país, 5,7 millones de barriles diarios menos que representan aproximadamente un 6% del suministro mundial.
Por esta razón, el lunes el precio del Brent, la referencia en el mercado mundial, se disparó un 14,6%, el aumento más fuerte desde que se creó este tipo de contrato, en 1988. En tanto, el barril de WTI, la referencia del crudo en Nueva York, ganó 14,7% registrando su mayor aumento desde diciembre de 2008.
Pese a esto, el Gobierno decidió mantener el congelamiento en el precio de los combustibles que durante 90 días no aumentarán su valor.
Gerardo Rabinovich, vicepresidente del Instituto Argentino de la Energía "General Mosconi", explicó a través de El Cuarto Poder el impacto que estas situaciones tienen en el escenario nacional, debido a que ambas influyen en la formación de precios internos.
Para Rabinovich, "si los productores de Vaca Muerta recibieran el precio internacional del crudo por sus exportaciones, y este creciera, incrementarían sus ingresos", razón que ve contradictoria ya que son los mismos productores quienes "priorizan por ahora el precio en el mercado interno para obtener flujo de ingresos, cuando en realidad podrían apostar a incrementar su producción y sus exportaciones en un escenario de precios internacionales crecientes".
Esto, para el empresario, "pone en duda la potencialidad del yacimiento". "Si ante un escenario de precios internacionales creciente los productores deciden reducir su actividad probablemente no sean competitivos y sólo prodrían ser viables en un mercado interno donde trasladen esos precios", indicó.
"La Argentina no es un actor en el mercardo internacional petrolero, no somos exportadores importantes pero nos dicen que podemos serlo, y ante esa apuesta los productores no siguen el discurso e intentan volcar todos los incrementos en los consumidores argentinos, lo que da una señal de que hay algo que no cierra", concluyó Rabinovich.