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Con su inconfundible voz carrasposa, Julio Humberto Grondona fue el encargado de anunciar lo que, pese a las crecientes denuncias de corrupción y compra de votos, era una verdad ya instalada: Joseph Blatter fue reelecto como presidente de la FIFA por otros cuatro años. "Eran necesarios 102 votos y se registraron 186 votos", pronunció el mandamás de la AFA desde 1979. Los aplausos monopolizaron el Hallenstadion de Zurich, donde los miembros de 203 federaciones emitieron sus votos (estaban previstos 205 sufragios) en el 61er Congreso de la entidad madre del fútbol. Con una sonrisa indisimulable, Blatter, de 75 años, y presidente de la FIFA desde 1998, ingresó al salón y recibió, antes de tomar la palabra, un fundido abrazo de Grondona .

Al igual que en 2007, Blatter fue reelegido sin oposición, ya que la Comisión Ética de la FIFA suspendió al qatarí Mohamed Bin Hammam, que era su único rival en las elecciones. Para ello, la FIFA exhibió a la prensa la fotografía de uno de los 25 sobres con 40.000 dólares cada uno , que Bin Hammam llevó el 10 de mayo pasado al hotel Hyatt Regency, de Puerto España, para que Jack Warner, ex presidente de la Concacaf, los distribuyera entre las federaciones de la Unión Caribeña de Fútbol (UFC).

Por eso, Blatter no pudo eludir las acusaciones que pesan sobre la entidad -la mitad de los 24 miembros del Comité Ejecutivo fueron sospechados este año- y comentó, en francés: "Tenemos que reencauzar el barco de la FIFA al curso original, y que navegue sobre aguas transparentes. Debemos hacerlo." Y se defendió: " La pirámide está todavía sólida, sólida como el juego del fútbol."

Antes de la votación, Blatter prometió "tolerancia cero" contra la corrupción y propuso que las sedes de los próximos Mundiales sean elegidas por el Congreso y no por el Comité Ejecutivo.

Luego, en el cierre de su oratoria, volvió a mencionar el oscuro tema: "Fueron semanas difíciles, pero estoy acá para aceptar todas las críticas. Vamos a avanzar en la transparencia, en la protección de los jugadores del juego."

Ayer, la Federación inglesa (FA), con el único apoyo de la de Escocia, entre las 208 federaciones afiliadas, había pedido sin éxito la suspensión de la elección, que fue rechazada hasta por Michel Platini, presidente de la UEFA y potencial sucesor de Blatter. La propuesta fue derrotada por 178 votos contra 17.