Franco tiene 23 años y está internado en el hospital Cullen. Ayer por la tarde noche estuvo muy cerca de la muerte cuando dos motochorros lo interceptaron y tras intentar robarle la moto lo balearon en el muslo.
El hecho ocurrió en Hernandarias y Laprida. Mientras la víctima se trasladaba a una cena en su rodado, dos personas a bordo de otra moto se ponen a la par y a punta de pistola le intentan arrebatar el motovehículo. Es en ese momento que se produce el forcejeo entre Franco y los delincuentes que, tras avanzar unos metros, el que iba como acompañante sacó una pistola y le disparó en la pierna.
Franco que vive en la casa de sus abuelos y es cajero en un supermercado local dijo: “ese era mi día de descanso y me iba a comer a lo de unos amigos y todo estaba tranquilo hasta que se transformó en una pesadilla”.
“Me persiguieron dos cuadras y fueron eternas, luego me pegan el tiro y cuando los miro veo que se quedan en la esquina como cinco minutos para ver si en algún momento yo me desmayaba para poder seguir con el plan de quedarse con la moto”.
Por suerte para Franco, varios vecinos salieron a la calle y los cacos no pudieron seguir con el robo.
El joven perdió mucha sangre y fue axiliado por médicos que viven en la zona hasta la llegada del 107. Tras ser atendido en la guardia del Cullen, se pudo constatar que el disparo entró y salió por el muslo y provocó la quebradura del fémur.
Siguiendo con el relato a LT10, entre lágrimas, Franco dijo que “no se si voy a caminar con muletas o no, quiero que esto pase rápido, olvidarme de todo y tratar de caminar superando el miedo”.