Pasaron dos meses desde el hallazgo del cuerpo de Diego Román en Recreo. El chico tenía 12 años y fue encontrado con signos de mutilación, en un caso que conmocionó a esa ciudad y al país todo.
Hoy, el móvil de Litus y LT10 recorrió los lugares donde estuvo el nene al final de su vida. Además, hablamos extensamente con su madre, María Luján. "Diego todavía no puede descansar en paz", lamenta, en referencia a la causa judicial, que tiene más dudas que certezas.
"Nunca me enteré por el papá que él estaba perdido. El padre nunca dio explicaciones", reclamó la mujer. Además, confirmó la versión sobre un enfrentamiento entre el menor y su madrastra, por el que él no quiería volver a su casa.
"¿Qué pasó después de que él se fuera al cañaveral? No lo sabemos. ¿Había alguien esperándolo allí? No sabemos. Son todas preguntas en el aire", dice María Luján, y rechaza abiertamente la hipótesis que habla de una jauría que habría atacado a su hijo.
"Diego no tenía mordeduras de perro. Al nene lo mataron. Estaba cortado como si fuera en una película de terror. Se ensañaron tanto con él... Hasta el día de hoy me acuesto a dormir, cierro los ojos y lo veo a mi hijo. Tuve que reconocer el cuerpo como cinco veces", expresó.
Mirá el móvil con María Luján, madre de Diego Román:
La palabra de una vecina
Fabiana Borda es la dueña de la casa que visitó Diego antes de irse al "campito", y luego al descampado donde encontraría la muerte. "Estuvo con todos los chicos acá. Estuvieron jugando a 'la balita', y luego a la pelota", cuenta.
Sin embargo, ella niega haber sido la última persona adulta que lo vio con vida: "la madrastra de Dieguito estaba parada en la esquina. Ella también lo vio vivo. Pero el nene salió a correr cuando la vio a ella", aseveró ante nuestro móvil. Lo mismo dijo Fabiana ante el fiscal del caso cuando atestiguó en el marco de la causa.
"Ya viene esta, yo a mi casa no vuelvo", habría dicho el nene cuando vio a la mujer. Mientras tanto, "ella en ningún momento salió a buscarlo". Sólo concurrió horas después a lo de Fabiana a buscar la mochila.
Mirá el testimonio completo de Fabiana Borda: