La secretaria Ejecutiva del Ente de Coordinación del Área Metropolitana Santa Fe, Adriana Molina, visitó este sábado el estudio de LT10. En una descontracturada entrevista con El Baúl, "Chuchi" habló de política, pero también de su vida, su cotidianeidad, su trayectoria, su juventud y sus afectos.
"Soy buena amiga, buena mamá, muy activa, me gusta aprender cosas nuevas", se autodefinió la precandidata a senadora por el departamento La Capital de Cambiemos.
Ella no es oriunda de Santa Fe, sino de San Luis. Pero no hay otro lugar en el que quisiera estar. "A mí me gusta decir que Santa Fe es tierra de oportunidades. Yo la elegí y ella me eligió. Es una ciudad, una provincia, que mantiene por un lado esta oportunidad de tener cerquita de la casa de uno amigos y lugares para compartir, pero a la vez tiene esa escala de la ciudad más grande".
La política
Adriana Molina admite que el hecho de ser mujer dificultó su llegada a ciertos lugares de la política. "Hemos avanzado, hay mayor reconocimiento ahora de la necesidad de que haya igualdad entre personas, pero nos cuesta todavía reconocer que la diferencia no tiene que ser una desigualdad en derechos y en oportunidades". De hecho -puntualiza-, actualmente el Senado santafesino tiene una sola mujer. "Ha llegado el tiempo de que haya diversidad en todos los espacios", exige.
Quizás por eso es que su referente número uno es, desde su juventud, Raúl Alfonsín. Por eso y "por sus valores, y por el mensaje de libertad y de paz".
Hoy, la política la encuentra en Cambiemos, junto a José Corral y a Albor "Niky" Cantard, a quienes conoce desde joven. "Creo que tengo mucho para darle a Santa Fe, desde lo colectivo y desde la diversidad", garantiza, y agrega, firme: "nosotros tenemos esto de 'equipo', con proyectos a largo plazo; no somos un equipo (armado) para una elección".
En primera persona
"Chuchi" llegó a los 17 años a Santa Fe y su juventud transcurrió entre la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la UNL, los bailes en el patio de los naranjos y las salidas a Puerto de Palos u otros boliches de localidades cercanas.
En su vida, sus afectos y las reuniones con amigos tienen prioridad. De hecho, fue una amiga quien le puso el apodo que se convertiría prácticamente en su nombre de pila.
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